Ferrer, seis veces cuartofinalista en el Open de Australia
El tenista de Jávea se ha impuesto en tres sets (6-4, 6-4 y 7-5) al estadounidense en dos horas y cuarto minutos. Se enfrentará ante Murray.
"Tira, tira... seguimoos", se autoflagelaba David Ferrer Ern ya a un solo punto de su sexta presencia en los cuartos de final del Abierto de Australia, primera sin ceder un set y 17 en el total de Grand Slam. "Esto no puede pasarme otra vez", se maldecía John Isner, el elevadísimo tallo (2,08 de altura) de North Carolina, cuando se encaminaba irremisiblemente hacia su séptima derrota en ocho cruces con Ferrer.
A 18 grados ralos en el Hisense Arena, con viento y sensación de frío (pese al 64% de humedad), Ferrer cortó la base del tronco que es Isner con tanteo redondo de 6-4, 6-4 y 7-5, en dos horas y cuatro minutos. "Sí, c...", voceó Ferrer a los cuatro vientos de Melbourne Park cuando consumó un éxito que le pondrá de nuevo ante Andy Murray, vencedor de Tomic (6-4, 6-4 y 7-6 (4)).
Desde el primer momento, Ferrer —apoyado por decenas de españoles y numerosas banderas rojigualdas— le puso en juego a Isner primeros servicios hasta a 219 y 222 km/h: eso es un castigo tremendo para un Isner que vive y muere por la boca del cañón de su servicio. Como anunció, Isner intentaba hacer los puntos cortos; el estadounidense sabía que estaba perdido si intentaba ir al paso de 'tam tam' de los 'rallyes' y carreras desenfrenadas de Ferrer... que ya forzó el primer break del partido (3/6) en el tercer juego, al segundo turno de servicio de Isner.
Solo en el primer set, Ferrer ya disfrutó de cuatro puntos de rotura. En la tercera ronda, después de cuatro sets y casi tres horas, Feliciano López se había 'blanqueado' en ese departamento de 'breaks' ante Isner (0/0), y había aceptado... 44 saques directos. Ante el resto imbatible de Ferrer, esa cifra de 'aces' del estadounidense se frenó en 18... y Ferrer fue capaz de devolver el 60% (55/91) de los estacazos que Isner lanzaba al servicio. Otra: Isner, cuyo segundo servicio promedió 180 km/h (el primero, 200) y se elevaba casi hasta la barbilla de Ferrer, solo fue capaz de ganar... nueve puntos con esos segundos saques: 9/24, 38%. Eso es insólito.
Ferrer dominó el primer set (6-4) solo con 33% de primeros saques... y con Isner haciendo estallar derechas a 3.422 rpm que espantaban los 'sparrows', los pajarracos del Hisense Arena. 'Tira, tira', clamaba Ferrer. "No puede pasar esto", se repetía Isner, que pidió al 'trainer' de la ATP masajes en la zona dorsal derecha (la del saque), cuando Ferrer rompió saques para 4-3 en la segunda manga. Le rompió y le quebró el servicio, la moral y el hombro.
Ferrer incurrió en un solo error no forzado (17 en total, por 49 de Isner) para firmar el 6-4 del segundo set. La crónica de la tercera manga fue la crónica de una agonía anunciada, la de Isner. Al grito de 'seguimoos', David Ferrer afeitó el tallo de North Carolina con un revés paralelo ganador (su 'winner' número 28 de la tarde), se lo echó al hombro, pisa los cuartos de Melbourne y ya pone proa hacia Andy Murray: a galope tendido, por supuesto.