Serena sobrevive a la batalla con Watson y se cita con Venus
La número uno mundial ganó por 6-2, 4-6 y 7-5 a la británica. La rusa Sharapova batió a la rumana a Begu y la checa Safarova a la estadounidense Stephen.
En una rugiente Centre Court de Wimbledon, Serena Williams, número uno del mundo y ganadora de 20 títulos individuales en eventos de Grand Slam, necesitó apelar a todas sus potencias físicas y mentales para escapar a la trampa casi mortal que la tendió Heather Watson: número 59 del WTA Tour, inglesa de la isla de Guernsey (Canal de la Mancha) y que se entrena en Florida (Bradenton), en la Academia de Nick Bollettieri. Watson solo había ganado un título en 2015 (Hobart), el segundo en su carrera, pero ahora perdió la gran ocasión de su vida: eliminar de Wimbledon a Serena, que desde 2012 no alza la 'Venus Rosewater Dish', la bandeja de campeona en el All England.
Heather Watson jugó dos puntos para colocarse con 3-0 en el tercer set, Serena remontó... y todavía Watson sirvió para ganar con 5-4. Pero Serena forzó nada menos que 20 puntos de 'break', de los que aprovechó siete, firmó 13 saques directos... y rescató un triunfo agónico: 6-2, 4-6 y 7-5 después de dos horas y 15 minutos de alta tensión. En total, fueron 53 tiros ganadores para Williams. En octavos, Serena tiene cita nada menos que con su hermana Venus."Solo puedo decir que ella, Venus llega en mejor forma que yo a este partido de octavos".
Antes del partido, Heather Watson había denunciado amenazas de muerte de los apostadores profesionales que le deseaban 'una muerte lenta y dolorosa'. Después, la chica mulata del Canal hizo que Oracene, la madre de Serena, palmeara desesperada la baranda de madera de su palco en la Centre Court, ante la cara de póquer que ponía Patrick Mouratoglu, el llamdo 'Le Coach' parisino que dirige el tenis y la vida de Serena.
Watson martirizó a Serena con el juego que más duele a la 20 veces campeona en Grand Slam, con cinco títulos en el All England: cambios de altura con liftados y cortados, bajando bola con golpes cortados a ras de hierba, sacando a Serena de su zona de confort en el fondo y con excelente defensa: los glúteos e incluso los isquiotibiales posados sobre la hierba cada vez más rala de la Centre Court. Al fin, y entre rugidos que traían ecos de 'hooliganismo', Serena escapó no sin haberse quejado en los instantes finales al árbitro, Kader Nouni, quien tuvo que advertir severamente al distinguido público 'hooligan' de la Centre Court.
Y así lo resumió Serena Williams: "Estoy orgullosa de ganar un partido tan duro, jugado ante una rival tan apoyada por su público de casa y que disputó un partido increíble. Este triunfo y algunos de mis mejores golpes se los debo a las enseñanzas de mi padre, Richard".