ATP 250 BUENOS AIRES
Rafa Nadal arrolla a Mónaco y va a la caza de Guillermo Vilas
Se impuso con facilidad al argentino por 6-4 y 6-1. El jugador balear no ganaba un título desde su triunfo en Roland Garros. Suma 46 títulos en tierra batida y acecha a Vilas.
Victoria, Nadal, victoria. ¿Victoria y fin del túnel? En una final en Buenos Aires cuyo arranque real acumuló dos horas y media de retraso, Rafa Nadal firmó su título ATP número 65... y primero desde su noveno Roland Garros, en 2014: 266 días después, exactamente.
Títulos en tierra
Los chubascos sobre el Buenos Aires Lawn Tennis Club demoraron el horario oficial de comienzo en cerca de hora y media y, con la pista del Estadio Billoch Caride convertida en un lodazal, forzaron otra suspensión de una hora, ya con 1-1 en el marcador. Arbitraba el francés Damien Dumusois... que curiosamente también dirigió la final de Roland Garros de 2012 entre Nadal y Djokovic, también pasada por agua y que se extendió durante dos días.
Títulos totales
Al fin, y tras hora y 26 minutos de juego real, Nadal dominó a su buen amigo Juan 'Pico' Mónaco con su despotismo habitual en tierra batida: 6-4, 6-1. Sobre arcilla roja, Nadal ha batido a Mónaco las seis veces que han jugado... y sin perder un set. Con el triunfo, Nadal pasaba inicialmente y según la ATP a compartir la plusmarca de 46 títulos en tierra batida que hasta ahora ostentaba en solitario Guillermo Vilas. Empero, en Argentina añaden otros tres títulos 'terrícolas' a Vilas, con lo que Vilas contabilizaría 49. A través de su Jefe de Estadísticas, Greg Sharko, la ATP está valorando las nuevas cifras.
Precisamente, Willy Vilas, campeón de seis títulos individuales en Grand Slam, se instaló como atento y ovacionado espectador (también David Nalbandián...) en el Estadio Billoch Caride, pista Central del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Para ganar el que es su primer título en Buenos Aires, Nadal ha tenido que derrotar a cuatro argentinos en el cuadro individual: Argüello, Delbonis, Berlocq y Mónaco. En 14 partidos disputados en 2015, Nadal contabiliza once triunfos.
Rafa aparecerá tercero en la nueva Lista de la ATP de esta misma semana. Esta sexta edición del duelo Nadal-Mónaco sobre tierra batida (Mónaco se impuso en 2007 por abandono de Rafa, con un golpe de calor sobre la pista dura de Cincinnati) fue toda una secuela de lo que ambos vienen ofreciendo desde 2005 cuando se ven cara a cara: es como la colisión de un peso pesado, Nadal, contra un peso medio o medio-ligero: Mónaco, obviamente.
Mónaco intenta tirar plano, desde la altura de la cadera (máxime, en una pista tan pesada y húmeda como esta del Billoch Caride )... y lo que le vuelve, a base de mamporros salvajes de Nadal, es una bola pesadísima, liftada: no ya con uñas, sino más bien cargada con adoquines hirientes que brincan, se alzan y aporrean los recorridos del liviano Mónaco.
Además de la superioridad mental, estratégica y de vatios de potencia, Nadal usó saques masivos, al cuerpo y asaltó la red en el primer set, por sorpresa y con éxito: en ese primer set, Rafa firmó casi un 'pleno' en sus ingresos en la red (4/5) y con el 'break' del séptimo juego, para situarse 4-3, le bastó para atrapar esa decisiva manga inicial. Al resto, Nadal ganó 19 de los 45 puntos jugados con los primeros saques de un Mónaco... con las energías justas tras haber pasado más de cinco horas (y seis sets) en acción ante Cuevas y Almagro, en cuartos y semis. Así, 'Pico' no pudo gestionar un solo punto de rotura sobre el macizo servicio de Rafa: 0/0.
En las rutas embarradas del primer set y de una pista que a veces parecía el campo Ciudad de La Plata, de los 'pincharratas' de Estudiantes (equipo predilecto de Mónaco), Mónaco se dejó esa primera manga con 24 errores no forzados. Pero Mónaco, obviamente, no es Ramón Alberto Aguirre Suárez: ni Carlos Salvador Bilardo, aquellos tremendos líderes 'pincharratas'. En esas condiciones, y con su saque reducido a cenizas, Mónaco (solo seis puntos con segundos servicios, 6/15, 40%) capituló sin remedio en la segunda manga. Victoria, Nadal, victoria. Y, ¿adiós a la angustia...?