Muguruza no bastó y España jugará por no bajar a Tercera

Garbiñe Muguruza no bastó. Y España tendrá que jugar por no descender al Grupo I Europa-África (la Tercera división) en abril tras caer en Rumanía en el quinto punto (3-2).

Después de ganar Garbiñe a la número tres del mundo, Simona Halep, por 6-4 y 6-3 para poner el 2-1, Silvia Soler no remató a continuación a Irina Camelia Begu (6-2 y 6-4). Todo quedó abocado al punto de dobles en Galati, una ciudad cubierta por la nieve pero caliente dentro del Danube Arena, tomado por 5.000 aficionados.

Garbiñe, después de pasar hora y media en pista ante Halep, dio otro paso adelante y unió fuerzas con Anabel Medina, que a sus 32 años ha decidido sólo disputar dobles, para el punto definitivo. Un dúo inédito y armado con problemas, pues Garbiñe juega del lado del revés y con Anabel hubo de colocarse en la derecha. La dos veces campeona de Roland Garros y plata olímpica en Pekín 2008 tiró del carro al principio, sosteniendo con su experiencia a Garbiñe para llevarse el primer set por 5-7. Pero en el tenis actual manda el saque. Y Anabel anda escasa ya de potencia. Por ahí empezó a esfumarse el partido porque la valenciana lo cedió dos veces en la segunda manga (6-3). Y la debutante se fue desinflando.

Irina Begu se había visto aplastada por la presión el sábado, cuando salió llorando de la rueda de prensa tras perder con Muguruza. Pero el domingo se erigió en salvadora. No cedió su servicio y no acusó físicamente el partido frente a Soler, demasiado fácil. La sentencia estaba echada. El tercer set fue un paseo para las rumanas. Carla Suárez, la habitual pareja de dobles de Muguruza y 17ª del mundo, fue baja en la eliminatoria por problemas en un codo —aunque la esta semana juega en Amberes— y el potencial de España menguó demasiado.

En Galati, Garbiñe no bastó. Pero España descubrió que la jugadora de 21 años y 24ª del mundo, puede ser su líder ya. La tenista nacida en Caracas, que tardó tres años en deshojar la margarita de si jugar con el país en el que se ha formado o Venezuela, el de su madre, consiguió ante Halep su séptimo triunfo ante una top-10 y demostró que tiene hambre. Independientemente del resultado, hay líder. Lo malo es que lejos del Grupo Mundial.