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ABIERTO DE PEKÍN

Rafa Nadal se enfrenta con Klizan por las semifinales

El español venció por 6-3 y 6-4 al alemán Gojowczyk. Su rival en la siguiente ronda apeó a Ernests Gulbis por 6-2, 3-0 y retirada del inestable letón.

Rafa Nadal devuelve la bola al alemán Peter Gojowczyk durante su partido de segunda ronda del torneo de tenis de Pekín (China).
EFE

A las 13:30 horas, Rafael Nadal volverá a pisar, por tercera vez en cuatro días (y con las manos bien vendadas por las rozaduras), el piso húmedo y ultrarrápido de la Diamond Court, el National Tennis Stadium del Olympic Green de Pekín. Nadal, ya en cuartos del China Open tras batir al alemán Peter Gojowczyk (6-3, 6-4), se juega el billete para semifi nales con el potente zurdo eslovaco Martin Klizan, al que ganó dos veces (ambas en cuatro sets), en Roland Garros 2013 y Wimbledon 2014. Klizan apeó al letón Gulbis, que abandonó con dolor en el hombro cuando ya perdía por 6-2 y 3-0 ante el eslovaco, número 56 del mundo.

Nadal mostró cómo muchos de sus automatismos en pista y competitividad están en vías de recuperación. Por ahí también anda el nerviosismo a la hora de cerrar partidos, que se concretó en un áspero juego final: el décimo del segundo set. Ese juego rebasó en 20 segundos los once minutos. Y ahí, Nadal negoció como pudo los únicos tres puntos de breaks que Gojowczyk produjo bajo el servicio de Rafa: uno, tras la segunda doble falta del número dos del mundo. “En ese juego estuve algo nervioso. Me salvó el primer saque”, asumió Nadal, ganador del 85% de puntos con sus primeros servicios.

Correoso. Gojowczyk arriesgó y pegó como un plano martillo pilón: pero tanto riesgo le sumió en un pantano de 31 errores no forzados, la sentencia ante un Nadal no muy aventurero, con 2/11 en puntos de break a favor. Gojowczyk dominó por 25-20 en tiros ganadores. “Necesito mejorar, es obvio. Necesito más ritmo en piernas y golpes. Volver en tierra me hubiera dado ritmo con más facilidad”, observaba Nadal. Lleno de aviesas intenciones, el eslovaco Martin Klizan, que pega muy duro, no le va a dar ese ritmo.