US OPEN
Murray supera los calambres y a Haase y lucha por renacer
El escocés, que ganó en Nueva York en 2012 el primero de sus dos grandes, lucha con una sequía de 13 meses. Ganó al holandés 6-3, 7-6, 1-6 y 7-5.
Andy Murray sufrió pero sobrevivió en Nueva York. Se agarró al cemento donde conquistó el primero de sus dos Grand Slam, en 2012, para ganar con tremendos problemas físicos al holandés Robin Haase por 6-3, 7-6 (8/6), 1-6 y 7-5. Acalambrado, quejándose de su hombro y su pierna derechos, estirando la zona lumbar... Pura agonía en los desplazamientos ante el 70º del mundo. "Muy duro", resumió lacónico.
Al escocés le persigue una sequía de trece meses, desde que alcanzó su cima en Wimbledon 2013 junto a Ivan Lendl, la leyenda que le hizo también campeón en Flushing Meadows. En septiembre del año pasado, Murray ya no aguantó más los dolores de espalda que le perseguían desde hace más de año y medio y pasó por el quirófano. Una decisión arriesgada pero necesaria. Volvió en enero. Y no ha conseguido ganar a ningún top-10 este curso (cinco KO's).
En junio llevó a su banquillo a otra campeona, Amélie Mauresmo, con la que ha confirmado que tendrá una "larga relación". Con ella y todo su séquito machacó su físico antes de la gira americana en Miami. "Estoy donde quería. Con mi cuerpo libre de dolor", dijo en la rueda de prensa previa al US Open. Pero parece que su cuerpo vuelve a no escucharle.
Con cachorros como Dimitrov o Raonic llamando a la puerta, el escocés parece haberse caído del famoso Big-Four y ocupa el número 9 del ránking. En su cuadro asoman Tsonga en octavos y Djokovic en cuartos. Pero si en Nueva York entró en el club de ganadores de grandes, la Gran Manzana puede ser un buen lugar para redimirse. Si su cuerpo le deja...