Novak Djokovic ya traslada su show a la segunda ronda

Los paraguas de la Pista Philippe Chatrier formaban un tablero impresionista, como una acuarela empapada entre el ocre de la tierra batida. A la hora de la sobremesa y bajo uno de esas setas acrílicas (de color celeste), uno podía encontrar a Novak Djokovic, número dos del mundo, compartiendo afectos y cariñitos con un recogepelotas, al que invitó a una botella de soda carbónica 'Perrier', de la nevera de los jugadores, después de decir al chico: "¿Quieres tomar algo?...".

'Showman' como nunca, el serbio completó una de sus brillantes actuaciones brillantes, a fin de ganarse la complicidad del mojado público de París. No es que le hiciera mucha falta: la organización ya ha bendecido a Novak con sus favores, como muestra su comparecencia inicial en la Chatrier... donde Djokovic sólo necesitó 110 minutos de idas y venidas para despachar al portugués Joao Sousa por 6-1, 6-2 y 6-4. Cabe reseñar que Novak cerró la sesión con su noveno 'ace'... y que Sousa quebró los dos últimos turnos de servicio del número dos. El portugués pudo negociar diez bolas de 'break' sobre los saques de Djokovic... de las que sólo aprovechó tres.

Así fue como Djokovic (8/15 en bolas de 'break') navegó a través de paraguas, recogepelotas y soda 'Perrier' rumbo a la segunda ronda: allí, y probablemente en la Lenglen, el francés Jérémy Chardy (ganador en tres sets de Gimeno Traver) no le dejará disfrutar a Novak de tanto favor de las masas parisinas. El día trajo otra buena noticia al serbio: la eliminación (a manos de Klizan) del deslomado Kei Nishikori, uno de los pocos rivales de entidad que transitaban por la zona del cuadro de Novak. En fin...