Carla Suárez derriba el muro: primer título en su sexta final

Carla Suárez Navarro, la mejor jugadora española (15ª del ránking), tumbó en Oeiras (el antiguo Torneo de Estoril) un muro que se había levantado cinco veces ante ella. Porque cinco eran las finales WTA en las que había participado, pero en ninguna había triunfado. En Portugal por fin obtuvo premio, al derrotar a Svetlana Kuznetsova, dos veces ganadora de Grand Slams, por 6-4, 3-6 y 6-4. Con el mérito, además de remontar un 4-1 en el tercer set, que se llevó al ganar cinco juegos seguidos y 18 de los últimos 24 puntos en un maratón de 2h:10.

En un circuito de mucho músculo y muchos centímetros, la canaria, de 25 años, ha tenido que ir ajustando su juego para poder hacerlas frente desde su escaso 1,62 y su delicioso, pero menos poderoso, revés a una mano. Su técnico, Xavi Budó, empleó el año pasado una receta que debía llevarla a dar un paso adelante.

“La colocamos unas placas en la pista y le prohibimos que jugara por detrás de ellas durante mes y medio, para forzarla a que no se fuera al fondo de la cancha, a ganar un metro. Carla es probablemente la jugadora más baja del top-100 y eso le exige una agresividad total. Es talentosa, pero el circuito no demanda sólo magia, sino agresividad y constancia mental”, contaba entonces Budó. Es el único camino que podía tomar Carla, que pese a haber llegado a cuartos en Australia, Roland Garros y el US Open nunca había conseguido alzar un trofeo.

La final de Oeiras era también una prueba mental, pues en el mismo escenario había perdido las dos anteriores frente a Kaia Kanepi y Anastasia Pavlyuchenkova. Contra Kuznetsova no tropezó y, además, se presentará en Madrid, donde desafortunadamente tiene a Serena Williams en el camino en octavos, como la tenista con más triunfos en 2014, con 26. El muro ya ha caído.