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DOHA

En Doha, Nadal gana por primera vez a Rosol: 6-2, 7-6

Nadal necesitó cinco bolas de partido para rematar la tarde y ganar su primer partido oficial de la temporada 2014. Tobias Kamke, rival en octavos.

Primer triunfo de Nadal en la temporada 2014.
AHMED JADALLAHReuters

Los pelotazos restallantes de Lukas Rosol volvieron a poner en más de un aprieto a Rafa Nadal: pero esta vez, en la anochecida del desierto de Qatar y en la bruñida pista de Doha, no ocurrió como en 2012, en la Centre Court de Wimbledon. Esta vez, Nadal anuló la descomunal (y descalibrada) artillería del altísimo checo (1,96) para ganar su primer partido oficial de la temporada 2014 y plantarse en la segunda ronda del Qatar ExxonMobil Open: al fin, y tras 103 minutos de debate a palo limpio, la discusión acabó con 6-2 y 7-6 (7) para Nadal, quien necesitó cinco bolas de partido para rematar la tarde. En el segundo set, Rosol llegó a mandar con 5-4 y saque, pero Rafa supo salir del apuro. El checo de Brno también arrancó con 2-0 de ventaja en el ‘tie-break’ definitivo, sólo para encajar un 1/6 en puntos que colocó a Nadal ante sus tres primeros ‘match points’. Es el primer triunfo de Nadal ante Rosol: ahora, el 'cara a cara' oficial queda 1-1.

Fuerte, rápido de piernas, con músculo y bastante mejorado en ritmo de competición tras la exhibición de Abu Dabi, Nadal tuvo que luchar hasta el final como un condenado bajo el durísimo peloteo plano de Rosol, número 47 del mundo. Los ‘flashes’ de artillería que alzaron al checo sobre las trincheras de Nadal, con nada menos que 27 golpes ganadores, fueron también, cuando se descontrolaban, la gran razón de su condena: a través de los 21 juegos, Rosol acumuló 50 errores no forzados, incluidas sendas vitales dobles faltas en el servicio del 5-4 del segundo set, y en el 3/3 del ‘tie-break’. Por su parte, Nadal concretó 15 golpes ganadores, por 27 errores no forzados. Ambos rivales se igualaron en tres saques directos.

Rafa se instaló en el puente de mando a través de un parcial de 5-0, desde el 2-2 inicial hasta el 6-2 y 1-0 en la segunda manga. Sintiéndose contra las cuerdas, Rosol reaccionó pulverizando la bola con descargas de metralla a babor y estribor, bajo las que Nadal tenía que refugiarse como podía, sobre todo en los restos de Rosol contra segundos servicios de Rafa: Nadal ganó el 67% de puntos con primeros saques… pero sólo 58% con segundos: para Rosol, 56% y 52%. Con 4-4 en el segundo set, Rosol aprovechó algún lapso de concentración de Nadal y cañoneó su segundo saque para pasar adelante en 5-4 y servicio: ahí naufragó el acelerado checo, para quien Nadal demandó del árbitro, Cedric Mourier, una amonestación “por golpear el suelo con la raqueta", cada vez que se disponía a restar. Mourier sí llamó la atención de Rosol… quien siguió con sus golpecitos rítmicos en cada turno de saque de Nadal.

Con 7/7 en el ‘tiebreak’ y servicio de Rosol, el checo erró en una derecha fácil que se fue al pasillo, previo toque en la cinta, cuando Nadal ya estaba en posición completamente defensiva. De vuelta, y en el quinto punto de partido, Nadal descerrajó una situación que podía haber olido a cortocircuito de haber llegado al tercer set. El miércoles, en octavos de final, Nadal chocará por primera vez en su carrera con el alemán Tobias Kamke, número 74 del mundo, y vencedor del tunecino Jaziri. El partido comenzará a las 15:30 y a continuación Nadal, junto a su técnico Francis Roig, se medirá en dobles a la tercera pareja del mundo, formada por el croata Dodig y el brasileño Melo.

David Ferrer necesitó tres sets ante Alex Dolgopolov (6-3, 5-7, 6-2) y el miércoles se medirá con Daniel Brands. El alemán se impuso al rusi Nikolay Davydenko por 6-4, 6-4.

Nadal: "Estoy contento"

“Estoy contento por haber logrado la primera victoria oficial de la temporada, algo que nunca es fácil, y esta lo ha sido aún menos, porque Rosol tiene unos golpes espléndidos”, declaró Nadal sobre la misma pista del Khalifa Complex de Doha: antes de encaminarse a celebrar la entrada del Año Nuevo en su hotel de Doha junto a sus padres, su novia María Francisca, su equipo técnico, y algunos amigos más, incluido el propio Ferrer.