En los puntos claves, la experiencia de Ferrer, y el hervor que le falta al polaco, decidió. En el primer set, una doble falta le dio al español una bola de set y break que aprovechó (6-4). En el segundo, el gigante de Lodz no ofreció ni una oportunidad de break y cerró con un saque a 238 km/h. En el tercero, la presión de Ferrer, gracias a las baterías que parece haber cargado en Valencia, deshizo a Janowicz. Un jugador con un misil en su brazo se fue con la cabeza baja y un 6-0.
"Janowicz sacó muy bien y era difícil contrarrestarlo. En el tercer set conseguí bloquearle más y restarle. Ofrece muy poco ritmo", resumió Ferrer, que el año pasado ya ganó al polaco en la final de París-Bercy, donde se destapó.