ABIERTO DE CHINA
Santana, Moyá, Ferrero, Arantxa y otra vez Nadal
El madrileño fue número uno honorífico en 1966. En la Era Open, el mallorquín estuvo dos semanas y el valenciano, ocho. Arantxa reinó en la WTA. Nadal ya lo fue 102 semanas.
El ránking ATP que corona al número uno del mundo se creó en 1973, un año después de fundarse la Asociación de Tenistas Profesionales. Hasta la explosión de Rafa Nadal, sólo Carlos Moyá durante dos semanas en 1999, y Juan Carlos Ferrero, ocho semanas en 2003, habían ocupado la cima del tenis. En el ránking femenino de la WTA, la única en conseguirlo fue Arantxa Sánchez Vicario.
Antes, claro, hubo otro español que fue considerado número uno mundial: Manolo Santana en 1966, el año en que ganó Wimbledon a Dennis Ralston. "Era algo honorífico, pero también era muy considerado. Me enorgullece", recuerda el pionero. Entonces, la votación se hacía entre los especialistas del Sydney Morning Herald (Australia), L'Équipe (Francia), Daily Telegraph (Inglaterra) y The New York Times (Estados Unidos). Cuatro diarios de los países donde están radicados los cuatro torneos del Grand Slam.
Nadal se elevó a lo más alto tras conseguir el oro olímpico en Pekín 2008 y lo mantuvo 46 semanas hasta cederlo el 5 de julio del 2009 a Roger Federer, que conquistó un Wimbledon que no jugó el español por lesión. Se lo volvió a arrebatar al suizo el 6 de junio del 2010 y entonces lo lució 56 semanas hasta el 3 de julio del 2011. Djokovic, que se coronó en el All England Club, fue su sucesor.
Carlos Moyá tuvo un liderato efímero y lo consiguió con 22 años y 6 meses. Para ello tuvo que obtener un buen colchón de puntos ganando Roland Garros en 1998. Su gran día le llegó en 1999, cuando tras vencer a Guga Kuerten en semifinales de Indian Wells recibió la distinción que perdería poco después a manos de Pete Sampras, al que el mallorquín había sucedido.
Juan Carlos Ferrero logró hacer cumbre con 23 años y 6 meses en septiembre de 2003 al meterse en la final del US Open derrotando a Andre Agassi, a quien precisamente superó en la lista. Antes, había sido campeón en París. Lo perdería el 3 de noviembre a manos de Andy Roddick.
Mientras, Arantxa Sánchez-Vicario consiguió permanecer 12 semanas tras ver su nombre en lo más alto en febrero de 1995, después de haber perdido frente la francesa Mary Pierce la final del Abierto de Australia. Para llegar hasta allí, ya había ganado 18 torneos, entre ellos un Abierto de Estados Unidos y dos Roland Garros.