Rafa Nadal-Novak Djokovic: la final llega antes de tiempo

El duelo número 35 entre Rafael Nadal y Novak Djokovic es, por manos del demonio, de los rankings y de los sorteos, la semifinal con mayor vitola en Roland Garros desde la que protagonizaron en 2005 un chico de 18 años llamado Rafa Nadal y el entonces excelso Roger Federer. En rumbo de colisión directa desde que el sorteo dibujó los cuadros, este (13:00 horas, Pista Philippe Chatrier, primer turno de semifinales) será el quinto choque entre Nadal y Djokovic en los Internacionales de Francia. Nadal dominó los cuatro anteriores con un balance de 11-1 en sets. Fue en la accidentada final de 2012 cuando el serbio arrancó a Rafa ese único set que figura en su favor.

El desenlace descansa sobre varias coordenadas: el tiempo meteorológico, los servicios y el cruce de la derecha liftada de Nadal con el fantástico revés de Djokovic: el golpe que ha permitido a Novak caer como una sombra negra sobre lo que parecía una estampida de Nadal entre 2011 y 2012. Pero si la temperatura, como dicen los pronósticos, se alza entre 26 y 28 grados en un mediodía de sol radiante en París, la derecha pesada de Nadal va a crecer y multiplicarse. El calor carga la bola de Nadal de elevación y fuerza liftada y crea un grave problema para los tiros de revés de Novak, planos a botepronto y dentro de la pista: el antídoto contra Nadal.

Al 50/50. "Es muy duro de pronosticar, pero están al 50/50: las condiciones del día pueden decidir al cambiar las circunstancias del juego de pista", observa el sueco Magnus Norman, entrenador (por ahora) de Wawrinka y que dirigió a Robin Soderling cuando el sueco firmó en 2009 la única derrota de Rafa en Roland Garros. Además, Nadal está obligado a mantener el servicio 'grande' que usó ante Wawrinka, con velocidad media de 176 km/h en los primeros, y punta a 196 km/h. Con sol, ese servicio 'picará' aún más y evitará el empuje de los fenomenales restos de Djokovic. No es Montecarlo, no es Nueva York. No es Wimbledon. Es la Philippe Chatrier de París, el reino de la tierra batida. Desde 2005, el rey de ese reino sólo ha perdido aquí una vez. Ese rey es Rafa Nadal, desde luego... y hasta hoy.