David Ferrer remonta y jugará la final contra Andy Murray

Como si se tratara de la llegada a un oasis o a la Tierra Prometida, David Ferrer se arrodilló sobre la pista turquesa del Stadium de Crandon Park tras firmar su primera final en el Masters 1.000 de Miami, quinta en torneos Masters. Como ante Melzer en cuartos, Ferrer resistió frente a Tommy Haas una durísima batalla a través de tres sets, dos horas y dos minutos: 4-6, 6-2, 6-3. Al fin, Ferrer pudo hincarse de rodillas en el oasis turquesa batido por los vientos racheados de la península de Key Biscayne.

“Ferrer te fuerza a tirar más allá de los límites”, había avisado ‘Old Nick’ Bollettieri, entenador y mentor de Haas, residente en Florida y casado con la californiana Sara Foster. Así, Haas activó el cañón de su revés e intentó dejar sin ritmo a Ferrer. Con explosiones de tiros planos, Haas demarró hasta 5-2 en el set inicial y se embolsó la primera manga después de 39 minutos: 6-4… y 18 errores no forzados de Ferrer.

En el segundo set, Ferrer comenzó a picar piedra: extendió ‘rallies’ y peloteos para privar de oxígeno a Haas (a cuatro días de cumplir 35 años). En 40 minutos, Ferrer igualó: 6-2. Cerca de la hora y media de juego, Haas abrió el set definitivo en un relámpago: doble ‘break’ y 3-1 de ventaja. Pero Ferrer tiró de corazón y pulmones, galopó… y en el octavo juego se alzó hasta el 5-3 favorable al aprovechar la sexta doble falta del presionado Haas, que se rindió de inmediato.

El domingo (a las 17:00 horas), Ferrer jugara la final ante el británico Andy Murray que en su semininal ganó al francés Richard Gasquet por 6-7(3), 6-1 y 6-2.