Nalbandián medirá al Nadal más vulnerable en la final

Rafa Nadal intentará otra vez este domingo (17:00, La Sexta) volver a levantar un trofeo, el del ATP 250 de Sao Paulo. El último fue el de Roland Garros, hace ocho meses ya. Después, el calvario de siete meses con la lesión en la rodilla izquierda. La oportunidad de ganar una tonelada de confianza se le presenta frente a David Nalbandián, el engañoso 93º del mundo. La semana pasada, en Viña del Mar, Horacio Zeballos (71º), le cerró las puertas del título en su reaparición.

El español derrotó a Martín Alund por 6-3, 6-7 (2) y 6-1. Por más que la versión del Nadal no sea aún la destinada a apretar a los de arriba, ni de lejos, la semifinal debía ser el tope para un jugador de 27 años y 111º que fue rescatado como lucky loser de la fase previa. Tuvo dos bolas de break en los primeros compases mientras Rafa se sacudía las precacuciones, pero no las aprovechó. Entonces, el número cinco del mundo decidió que no debía dar alas al argentino. Acortó los peloteos, se aplicó para cerrar puntos con más agresividad y logró un break en el octavo juego que le hizo deslizarse al 6-3.

Pero en la segunda manga, se vio al Nadal ciclotímico. Al vulnerable. Al que deja hueco para los bocados. Errático en el tie-break, que perdió por 6-7 (2). Lo arregló en el tercero quebrando en dos ocasiones para cerrar con 6-1.

Su rival en la final es David Nalbandián que, a sus 31 años, tampoco es el jugador que fue finalista en Wimbledon 2002 y campeón del Masters 2005 lo que le llevó a ser la tercera raqueta del mundo. Entre lesiones y cierta dejadez, su carrera ha ido bajando. Pero es puro talento y mano. Sin jugar desde agosto por un desgarro intercostal (sólo un dobles en la Davis), en Sao Paulo eliminó a Almagro y en semifinales a Bolelli por 6-3 y 7-5.

Nadal, que compartió agente con él en la figura de Carlos Costa, es compañero habitual de entrenamientos y de Playstation. Incluso en Brasil comenzaron a jugar el dobles juntos retirándose en segunda ronda. Rafa sabe bien a quién se enfrenta. “Tiene un talento increíble y es de los mejores del mundo cuando juega bien”, ha dicho en varias ocasiones. Una piedra de toque de verdad para saber en qué punto está Nadal.