David Ferrer le había laminado por segunda vez en 40 días y Tomas Berdych, resignado, se excusaba como podía al aire cálido del Zayed Complex de Abu Dabi: "Siento despedirme tan pronto del torneo, pero me ha ganado el que ahora es uno de los mejores jugadores del mundo. Basta recordar la última temporada de Ferrer".

En la pista de latex-ite del Zayed Complex, Ferrer atomizó a Berdych tal como hizo en Praga en la final de la Davis: 6-2, 6-4. Al galope, Ferrer negoció tres puntos para cerrar el primer set en 6-0. Lo dejó en 6-2, pero, sin tregua, David barrió en blanco sus tres primeros servicios de la segunda manga y sentenció a Berdych al quebrar el saque del checo tras un contragolpe de ciencia-ficción: 4-2 y fin en 6-4. "La pasada temporada fue la mejor de mi carrera. Sigo jugando bien, pero ahora toca Djokovic, el mejor jugador del mundo. Lo intentaré pero no será fácil", analiza Ferrer.

A las 12:00 horas y en la primera semifinal, Djokovic (que juega al fútbol en Abu Dabi y estrena una raqueta galáctica) medirá la sideral velocidad extra de este Ferrer que ya sólo mira hacia arriba: puede rebasar a Nadal en la cuarta posición de la ATP, a poco que cuadren los resultados en Australia. Tras Ferrer y Djokovic, Almagro y Tipsarevic completarán lo que es un virtual España-Serbia. Almagro llegó a Abu Dabi a las 05:00 horas de ayer. Y Tipsarevic tumbo a Andy Murray con facilidad insolente: 6-3, 6-4.