Ferrer firma la cuarta final de Davis en cinco años

En tres horas exactas, David Ferrer, número uno de España, redujo a nada los servicios montruosos de John Isner (hasta 231 km/h de tope) y depositó a España en su cuarta final de Copa Davis en los últimos cinco años. 6-7 (3), 6-3, 6-4, 6-2. Con uñas y dientes, y tras recuperar un 'break' inicial de Ferrer, Isner logró arrancar el primer set, pero invirtió en ello una hora y dos minutos. Furioso, Ferrer rompió la raqueta. El desgaste iba a pasar factura al norteamericano: tras la raqueta, Ferrer, concentrado y determinado, rompió de inmediato el servicio a Isner para escaparse con 3-0 en la segunda manga, de paso para un 5-1 demoledor. Al fin, Ferrer liquidó ese segundo set con 6-3 en un tiempo parcial de 34 minutos. Eso obligaba a Isner a empezar un nuevo partido ya cerca de las dos horas de tiempo real en pista: demasiado para la escasa movilidad del gigante de Greensboro.

Sin pasar por apuros reales, Ferrer sometió al demolido Isner con 6-4 y 6-2 en los sets tercero y cuarto. David, una máquina de tender trampas a los rivales, un muro o campo de minas ambulante, condujo a Isner, autor de 16 'aces', a un marcador total de 70 errores no forzados. Un saque de Isner golpeó directamente a Miguel Cardenal, Secretario de Estado para el Deporte, que se hallaba en el palco. Pero en el departamento de errores no forzados, Ferrer detuvo su cuenta en menos de la mitad que Isner: 32.

Al final, Ferrer lanzó su raqueta al aire, hacia el entregado público de Gijón: 14.000 espectadores se dieron cita en el Parque Hermanos Castro. Àlex Corretja definió a David como "un gladiador que nunca se rinde". "Ha sido un año maravilloso, el mejor de mi carrera, esto es un sueño para mí y ahora quiero más, quiero ir a por todas en la final", dijo un exultante Ferrer al público de Gijón. Hubo recuerdos y homenajes al fallecido futbolista bético fallecido Miki Roqué y a Albert Costa, excapitán y ahora coordinador técnico de la Federación Española. No hizo falta disputar el quinto partido (3-1). España, líder del ranking mundial por equipos con casi 15.000 puntos de ventaja sobre el segundo, Argentina, viajará a Praga del 16 al 18 de noviembre para defender su título y disputar su cuarta final de Davis en los últimos cinco años: la séptima final partir del año 2000, la primera vez en que se alzó la Ensaladera. Con o sin Rafa Nadal, esta España es el mejor equipo del mundo.