Una jueza de línea del U.S. Open, acusada de homicidio

La jueza de línea de tenis estadounidense, Lois Goodman, fue arrestada el pasado martes en Nueva York, acusada de haber asesinado a su marido, Alan Goodman, el pasado mes de abril.

La mujer de 70 años, que se encontraba en Nueva York para acudir al Abierto de Estados Unidos, fue detenida acusada de acabar con la vida de su marido, tras golpearle con una taza de café en la cabeza y apuñalarle a continuación con los restos punzantes de la taza. Los hechos habrían ocurrido el 17 de abril en la casa que ambos compartían en Woodland Hills, Los Angeles.

Cuando la muerte de Alan Goodman fue declarada, Lois contó a la Policía que había sido un accidente, según informa David Storaker, agente de la Policía de Los Angeles. "Afirmó que al llegar a casa y ver a su marido inconsciente en la cama, supuso que habría tenido un ataque al corazón, se habría caído por las escaleras y habría logrado finalmente llegar hasta la cama", declaró Storaker. "Era muerte sospechosa desde el principio", añadió.

El portavoz de la oficina forense del condado de Los Angeles, Ed Winter, declaró que el cuerpo sin vida de Alan Goodman fue trasladado inmediatamente al depósito de cadáveres, tras lo que se abrió una investigación. "La autopsia reveló que tenía heridas cerca de la cabeza provocadas por un objeto afilado", explicó.

Más tarde, un grupo de agentes volvió al lugar de los hechos con una orden judicial y encontraron pruebas que contradecían las declaraciones de Lois Goodman. "La policía encontró inconsistencias similares, incluyendo una cantidad de sangre que no sugería una caída y una taza de café rota y trabajando con los investigadores forenses prevaleció que la muerte fue un homicidio", dijo Stroker. Una orden de arresto fue emitida contra Goodman el 14 de agosto.

Annette Buck, compañera de Lois Goodman, afirmó que "ha trabajado con ella durante muchos años y no cree nada" del posible crimen.

Por su parte, el portavoz del U.S. Open, Tim Curry, confirmó que Goodman ha sido jueza de línea del U.S. Open durante muchos años y se esperaba que estuviese presente en el torneo de este año, que comienza el lunes.

El matrimonio llevaba casado varias décadas y tenía tres hijas. Si fuese condenada culpable, podría enfrentarse a cadena perpetua.