Tenis | Wimbledon
La WTA y la ITF planean un aparato antichillidos
Malestar por los decibelios de Azarenka y Sharapova.
La Asociación Femenina de Tenistas Profesionales (WTA-Tour) y la Federación Internacional (ITF) ya estudian la producción de un aparato electrónico que mida exactamente el nivel de decibelios de los chillidos que emita cada jugadora. La idea pasa por establecer un tope máximo de ruido aceptable, y a partir de ahí, cuando el aparato constate que el tope se ha sobrepasado (una especie de Ojo de Halcón de ruidos), una jugadora podrá ser objeto de amonestación o sanción "por perturbar el juego". Esto ya ocurre ahora, pero la decisión queda a criterio personal del árbitro. Los torneos del Grand Slam han entrado en el acuerdo y serían los primeros en implantar la medida.
La WTA ha consultado la innovación con técnicos y jugadoras como las hermanas Williams. Tenistas como Caroline Wozniacki se han quejado repetidamente, sin dar nombres, de que ciertas rivales elevan deliberadamente los niveles de ruido cuando chillan durante la disputa de los puntos, "para desconcentrar a sus oponentes". Wozniacki no ha dado nombres propios, pero en el vestuario femenino nadie duda de las principales destinatarias de las quejas: Viktoria Azarenka y Maria Sharapova, cuyos gruñidos se pueden escuchar en Wimbledon a varias decenas de metros de las pistas donde se entrenan.
"Va a tomar algún tiempo, pero necesitamos dar al árbitro una herramienta de medida objetiva que aclare todas las dudas. Estas decisiones no pueden basarse en criterios subjetivos", declaró en USA Today la directora ejecutiva de la WTA, Stacey Allaster. "Buena suerte con eso, pasará o no pasará, lo intentarán o no, pero yo no diré nada hasta que decidan algo", opina Azarenka.
Acusaciones sobre Bollettieri
La Tennis Academy de Nick Bollettieri, en Bradenton, Florida, carga con la mayor parte de acusaciones y sospechas en relación a una 'estrategia del chillido'. Monica Seles, Maria Sharapova y la portuguesa Larcher de Brito, tres de las jugadoras con más decibelios en sus gargantas, se formaron junto a Bollettieri en sus etapas iniciales. La WTA habló al respecto con los técnicos de Bollettieri, y el psicólogo Angus Mungford ha elaborado un documento interno de la Academia para evitar 'conductas antideportivas y que sirvan de distracción".