Los pilares de la Caja Mágica tiemblan. Rafa Nadal acaba de perder con Fernando Verdasco (6-3, 3-6 y 7-5) en octavos, tras más de tres horas, y el rey de la tierra brama: "Si esto no cambia, si la ATP lo sigue permitiendo (la pista azul), habrá un torneo menos en mi calendario". Un Masters 1.000 que podría descartar sin penalización, pues, aun siendo obligatorios, un jugador que haya sobrepasado los 600 partidos en su carrera puede saltarse uno.

Verdasco (19º del mundo), antes, había besado la resbaladiza pista. El madrileño arrastraba un 0-13 contra Nadal, la racha más negativa entre tenistas en activo, y en el tercer set perdía 4-1. Entonces, el balear abrió la puerta. Cuatro breaks seguidos. Nadal dispuso de saque con 5-2 para cerrar, y no lo aprovechó. Los números dicen que Rafa llevaba 22 victorias seguidas sobre tierra desde la final con Djokovic en Roma en 2011. Este año, en once partidos no había cedido un solo set. Es el noveno tropezón en 224 batallas desde 2005, y puede pesar en Roland Garros.

¿Explicaciones? "Me marcho con la cadera cansada de rectificar movimientos. No quiero arriesgar. O se cambia de pista o no vuelvo. No es una rabieta, para mí es una desgracia. Me voy a Roma con una desconfianza que no tenía", se quejó el número dos, que podría perderlo en favor de Federer (6-3 y 6-2 a Gasquet) si Roger es campeón.

"Aquí, los que se mueven bien, lo hacen peor. Eso iguala. No te puedes apoyar, y yo soy de los que hago los apoyos más fuertes", explicó Rafa. Djokovic le secundó. ¿Volverá si sigue la pista? "Mi opinión es la misma que la de Rafa. Espero que esta experiencia sea la última".

David Ferrer. En cuartos, habrá un segundo español, David Ferrer. El de Jávea levantó a Nico Almagro tres puntos de partido en el tie-break final: 7-6 (5), 3-6 y 7-6 (8). Hoy se enfrenta a Federer (12-0 favorable al suizo) en el último turno de la sesión de noche. El Verdasco-Berdych, a las 15:15 (La Sexta). Anabel Medina dejó huérfano de españolas el cuadro femenino: 6-1, 6-7 (3) y 6-3 con Lepchenko.