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'Frank de la Jungla': de las pistas de tenis a la selva
Fue jugador y entrenador. Ahora triunfa en Cuatro
Frank de la Jungla triunfa los domingos (21:30) con cada nuevo capítulo en Cuatro. Hace un año se convertía en programa revelación, al cerrar su primera temporada con una media de 1.451.000 espectadores. El leonés Francisco Cuesta Frank es su alma mater, su naturalidad, la esencia y el tenis, su pasado y presente.
Porque antes que en la selva, Frank se bregó con la raqueta. Una lesión a los 18 años le alejó de la pista. Comenzó a entrenar. Durante años fue maestro de la Academia de Nick Bollettieri en Florida, EE UU, y fue el tenis lo que le llevó a Tailandia hace 16 años. "Fuimos a Bangkok a abrir una academia, me enamoré del país y me quedé", explica. Los animales le gustaban, tenía serpientes, un hobby. "Empecé yendo a Parques Nacionales, pero cada vez te involucras más y más". Grababa con una camarita, para él, pero un reportaje de Callejeros en Tailandia unió a Frank y al reportero Jalis de la Serna, se gestó Frank de la Jungla. "Cuando regresó a España habló con la productora: 'Esto hay que hacerlo'. Así fue. Yo no tenía intención de hacer nada en España", esgrime. El resultado le "alucina", dice desde Barcelona, donde graba estos días: "Llevaba años sin venir a España y la gente me pide fotos en la calle. Alucino. Me siento como un tío famoso".
En coma dos veces por picaduras de serpientes, explica que quizá el éxito del formato está en que "se graba todo": "No hay cortes, no hay guión". Su devoción por los animales traspasa la pantalla. Dice que lo más increíble que ha vivido ha sido en la selva, "ante un animal: te observa, te mira y si no le haces nada, se va". A veces, cuenta, "pasa de grabar", de su cámara Santi Trancho, porque quiere "admirar a algún animal" y no quiere que sufra, que le graben. En Tailandia la televisión española no llega. Allá no saben nada de Frank de la Jungla. Aquí es una estrella televisiva, allí sigue siendo maestro del tenis.