Puerta grande

Y el jugador que nos va a llevar a la final!". El speaker del Coso de Los Califas recibía así a Rafa Nadal mientras el público, en una ceremonia de comunión emocionante, hacía la ola a su ídolo, que saltaba por el callejón como un torito. Puro nervio. No era difícil aventurarse a lanzar esa frase cuando Nadal había ya dado el punto decisivo en cinco eliminatorias, cuando se presentaba con un balance en individuales de 17-1 (sólo perdió el día de su debut), cuando el calor agobiaba sobre una arcilla seca. Copa Davis: Territorio Nadal, que no dio opción a Jo-Wilfried Tsonga: 6-0, 6-2 y 6-4 en dos horas y 17 minutos.

España disputará, del 2 al 4 de diciembre, su octava final de Copa Davis, contra Argentina, y se pone en condiciones de conquistar la quinta Ensaladera desde el año 2000. Unos registros galácticos para el tenis español, que domina con puño de hierro el Siglo XXI. Ya son 20 las eliminatorias seguidas ganadas en casa, donde no se pierde desde abril de 1999, contra Brasil.

"¿Quién fue el último francés en ganar Roland Garros? A) Australopitecus. B) Cromangnon", rezaba una pancarta con guasa andaluza. La respuesta es Yannick Noah, en 1984. Demasiados años. Jo-Wilfried Tsonga no parece en el camino de ganarlo tampoco. El de Le Mans, décima raqueta de la ATP, salió a sustituir a Gilles Simon, desbordado el viernes por David Ferrer. Su buena prestación en el dobles auguraba algo más. Pero en la tierra encontró su cruz. Las bolas altísimas a su revés, con liftados dañinos, hicieron del primer set una tortura. Fue un set perfecto. Brutal. Morenito de Manacor, como le bautizaron en los carteles sus compañeros, ganó todos sus puntos con el saque. Tres juegos en blanco y tres breaks al aturdido francés.

Tuvieron que pasar ¡41 minutos! para que Tsonga le arrebatara el primer punto al saque, en el segundo juego del segundo parcial. El trabajo estaba hecho.

Tsonga ofreció algo más de resistencia en la manga final, tirando de orgullo. Se agradeció y engrandeció su figura, mas al final se marchó sin tener ni una sola oportunidad de break y firmando 50 errores no forzados por los ocho del español.

A rematar la faena salió Fernando Verdasco. El madrileño se quitó el mal sabor del dobles derrotando a Richard Gasquet por 6-2 y 6-1 y poniendo el 4-1 en la eliminatoria. Sexta final desde el año 2000 para un equipo de puerta grande.