Nadal olvida el calambre y ataca al incómodo Müller

El calambre que electrizó al US Open no dejó secuelas en Rafa Nadal, que ayer se entrenó hora y media "perfecto" (palabras de su tío Toni) antes de afrontar hoy (19:30 h.) al incómodo Gilles Müller por un puesto en cuartos. "El calor excesivo, la humedad y una sudoración grande pudieron influir. Ya le pasó antes en el vestuario", relató el técnico, que se trajo de Mallorca un patrón nuevo para meter a su sobrino en harina.

Si el año pasado el saque fue clave (récord de velocidad con 217 km/h y media de 195 km/h con primeros), este la estrategia va por otro. "Tras sacar fuerte ante Golubev (punta de 214 km/h), le propuse que lo hiciera más lento para que la bola volviera con menos velocidad y así coger nuestro ritmo de juego. Intentamos sacar diferente", explica tío Toni. Cuando haga falta, volverá el trueno, dice Rafa: "Puedo servir a 130 millas (217 km) sin ningún problema. Con el cañonazo la bola retorna más rápida y a mí me conviene darla más arriba". El caso es que ha perdido nueve veces su servicio en tres partidos cuando en todo 2010 cedió cinco. No parece preocupar.

Al que será difícil romperle será al luxemburgués Müller (zurdo, 28 años, 193 cm y 68º del mundo), que lleva 65 aces en el torneo y este año llevó a Rafa a dos tie-break en Wimbledon. "Es difícil leer su saque, porque cambia de dirección en el último momento", advierte Nadal. "Es de los que no te gusta jugar contra ellos", acota Toni.

David Ferrer se medirá a Andy Roddick (01:00), al que venció en la Davis en Austin en julio, por un puesto en cuartos con el vencedor del Nadal-Muller. Se anuncia lluvia todo el día.