Reggaeton en Texas

"Histórico". Esa fue la primera palabra que se le ocurrió decir a Albert Costa a pie de pista. A la quinta fue la vencida. Sin Nadal. Sin miedo. Sin complejos. Por eso todo el equipo manteó a David Ferrer nada más acabar el partido. Hubo un E-Q-U-I-P-O. Y todos siguieron a Feliciano en la pista, ante los pocos aficionados que viajaron desde España y los muchos que se desplazaron desde varios puntos de EE UU, moviendo las caderas al ritmo de Don Omar. Tras alcanzarse el éxtasis, alguien le hizo llegar al DJ del Frank Erwin Center el CD con la 'Danza Kuduro', el reggaeton que ha abierto la victoria de los españoles estos días. El presi José Luis Escañuela, mientras, se aflojaba el nudo de la corbata mientras su teléfono no paraba de sonar. Las llamadas de la felicidad. Luego entró en el vestuario y vio cómo todos lloraban. La tensión salía fuera.

Y es que fue difícil manejarse en el hervidero de los 'Longhorns', los cuernos largos de la Universidad de Texas. Esta vez sí había un ambiente caliente. No cabía el 'fair-play' de otros días. Señor adiposo disfrazado de Capitán América al mando, carracas en los saques, mucha pasión y mucho colorido. Los colegas de Andy Roddick, que no tuvo que jugar el quinto afortunadamente porque había ganado los 12 partidos decisivos que había tenido que disputar antes, eran los más animosos junto a su esposa la modelo Broklyn Decker. Pero a Fish se le atragantó la poción de 'Ferru' después de machacar un par de raquetas en el primer set. Para mala leche, la de David.

Ni la ola que comenzaron a montar los texanos en el cuarto set fue suficiente para descentrar a los españoles. Feliciano prometió en la rueda de prensa una excursión nocturna para congeniar con el público local mientras sus colegas le recordaban el 'Deliciano' de la mamá de Murray. Costa, consumado usuario de karaokes, prometía también guerra. Austin, tierra con pasado español, guardaba muchas más sorpresas que 6th Street, la calle de la música, y el puente de los murciélagos. Guardaba un triunfo histórico. ¿Qué pista le pondrán ahora a España cuando viaje fuera? ¿De hielo? Dará igual, ganarán patinando.