Los toros ganaron a los longhorns

Copa David | EE UU - España

Los toros ganaron a los longhorns

Los toros ganaron a los longhorns

El Frank Erwin Center cambió ayer la pasión por los Longhorns (los 'cuernos largos', esos bueyes típicos del Oeste) del equipo de baloncesto de la Universidad de Texas de la NCAA por toda la parafernalia de las barras y estrellas de la bandera USA. Por los pasillos, un señor disfrazado de águila calva (la del escudo) chocaba las manos a los periodistas. Los nachos y las fajitas -esto está al lado de México- hacían furor dentro de un recinto convertido en congelador merced al aire acondicionado mientras afuera el sol caía con justicia subiendo el termómetro hasta los 40 grados. "That's America!".

Himno cantado a capela (los pelos como escarpias), militares enhiestos portando la bandera, humo en el túnel de vestuarios, fuegos artificiales, despliegue de luces... Más que la Davis parecía la NBA. Y el señor Jim Courier con traje y corbata: debut como capitán en Copa Davis obliga a estar elegante.

Pero el pabellón circular de Austin no fue una caldera hirviente, demasiado surtido de aficionados entraditos en años. Feliciano, tuneado con dos muñequeras con la bandera de España, apagó el 'Make noise' ('Haz ruido, grita') del enorme marcador electrónico y las canciones de los Guns and Roses. Contra el heavy, juego fino. Y las banderas de la gente de la Casa de España en Texas a las que se unió la de José Luis Escañuela, presidente de la Española.

El Ojo de Halcón que España pagó en Charleroi, en la primera ronda, y en el que se gastó 50.000 euros, era gratis en Texas. Esta vez soltaba la pasta la ITF. Y bien que vino en la pista rápida. Se hizo buen uso de él. El avance se le debe a la Federación Española de Tenis, pues 'chapeau'.

Y, para desesperación de periodistas con el cierre colgando sobre sus cabezas, Feliciano que se va al quinto y la grada que corea "¡70-68!". ¡No! La cifra de juegos del quinto set del Isner-Mahut en Wimbledon 2010, el partido más largo de la historia del tenis. Menos mal que el zurdo de Toledo estuvo más hábil.

La victoria de Feli enfrió un ambiente que calentó por momentos Roddick. Pero ahí estaba Ferrer para dejar helados a los espectadores que casi llenaron las 15.000 localidades del Frank Erwin Center. En casa de los Longhorns, el combate lo ganaron los toros ibéricos.