Tras 178 partidos a cinco sets en torneos de Grand Slam, Roger Federer jamás había perdido después de ganar los dos primeros sets. En el partido número 179, Jo-Wilfried Tsonga, el francés de Le Mans, reciente finalista en Queens, escaló la montaña suiza: tras hora y cuatro minutos de juego, Federer ganaba por 6-3 y 7-6, con sólo una bola de break jugada y aprovechada sobre el servicio de Tsonga: en el segundo juego del partido.
Pero Roger empezó a flotar o danzar demasiado eteréamente sobre la hierba de la Central y el servicio de Tsonga picó como una avispa, como picaban los golpes de Muhammad Ali, el gran ídolo del francés, hijo de padre congoleño. A partir del break inicial, el servicio-monstruo de Tsonga (punta de 216 km/h, total de 18 aces) no permitió a Federer negociar ni una sola bola de rotura en los últimos cuatro sets del partido. "Nunca tuve una ventana abierta, siempre me cerraba la puerta", admitió Federer.
Esa fue la clave de la histórica victoria de Tsonga: 3-6, 6-7, 6-4, 6-4, 6-4, en tres horas y cuatro minutos. Tsonga jamás tembló, machacó en blanco el último juego e imprimió a sus golpes una intensidad frenética a medida que la de Federer iba declinando. Como en 2010, ante Berdych, Federer se despide en cuartos de final. En semifinales, Tsonga verá a Novak Djokovic a quien ha ganado cinco de los siete duelos directos. El serbio será nuevo número uno si se mete en la final.
Por primera vez en 93 años, todas las cuartofinalistas de Wimbledon han sido europeas lo que apareja la presencia de cuatro europeas en semifinales. Todas atléticas y pegadoras, con media superior al 1,80 de altura.
Abre el día en la Centre Court el duelo de la bielorrusa Victoria Azarenka (1,80) contra la zurda checa Petra Kvitova (1,85). Cara a cara, van un 2-2, pero Kvitova apeó a Azarenka en los dieciseisavos de Wimbledon 2010, donde la checa alcanzó las semifinales.
Tras Azarenka y Kvitova, turno para la rusa Maria Sharapova (1,88), ante la alemana Sabine Lisicki (1,78), alumna de Nick Bollettieri. Claramente, Sharapova, campeona del torneo en 2004, es la gran favorita del partido bajo toda circunstancia: en el único duelo que las enfrentó, en Miami, el pasado mes de abril, Sharapova arrolló a Lisicki: 6-2, 6-0. "Me siento cómoda y asumo la situación", dice Sharapova.
