Tenis | Wimbledon
Nadal también galopa con la pista cubierta
Tras batir a Sweeting, le espera Muller, quien le eliminó en 2005.
Para Rafael Nadal, el torneo de Wimbledon es una cosa que el número uno del mundo alinea y organiza como un biólogo que atisba analíticamente por el microscopio un núcleo de paramecios o microbios: esto es esto, esto es aquello; esto viene de aquí, esto viene de allá. Ante todo, orden.
Por ejemplo, hace un par de días, en Aorangi Park, Nadal miraba, interesadísimo, todos los detalles del servicio y el juego de pies del joven gigante Milos Raonic, con quien se suponía iba a cruzarse Rafa en tercera ronda. El campeón Nadal navega ya en tercera ronda, dieciseisavos, tras laminar a Ryan Sweeting. Pero el joven Raonic estaba anoche en el hospital de Wimbledon tras caerse y sufrir una dura hiperextensión de cadera que le obligó a retirarse cuando vencía por 3-2 al luxemburgués Gilles Muller.
Evaluación. Cada día, Nadal evalúa el peso y feeling de las bolas Slazenger, los rincones húmedos de la Centre Court, cubierta o no, y lo que cocina en su casita de Wimbledon, excepto para Tío Toni, que está a régimen. Además, Rafa jugó ayer por primera vez bajo el techo de la Centre Court. No legustó mucho: murmuró sobre la humedad, los resbalones, etc. Pero, tras pasar el rodillo a Sweeting (6-3, 6-2 y 6-4, nueve aces y 70% de primeros servicios), Nadal ya cavilaba sobre el citado Muller: el último hombre que le ganó en Wimbledon antes de las dos derrotas ante Federer en las finales de 2006 y 07. Desde 2007, Nadal va 16- 0 en Wimbledon.
Pero en la segunda ronda de 2005, en una mojada Pista 1, el extraño zurdo Muller apeó a Nadal en cuatro sets. "Eso ya es pasado. Nadal sigue siendo humano, como todo el mundo, pero es otro jugador, sin duda", resume Muller. "Puedo ganar o puedo perder ante Muller, pero no va a ser eso lo que mida mi progresión en Wimbledon; aquel día perdí en segunda ronda y desde entonces he jugado cuatro finales y he ganado dos", avisa Rafael Nadal, tras responder a cierta pregunta sobre su declive: "Ha debido ser algo muy rápido, ¿no? Hace dos semanas aún estaba ganando Roland Garros". Nadal piensa mucho: y rápido. Ahora mismo, sobre todo, piensa en Muller. Orden.