Nadal defiende su corona mundial ante Soderling

Por resumir: Nadal y Soderling juegan en la Chatrier hacia las 15:30 (tras Na Li-Azarenka) lo que, sin duda, es algo más que un simple turno de cuartos de final: una victoria del implacable pegador sueco sería el final de algunas cosas para Nadal, que, en tal caso, cedería automáticamente el número uno mundial a Djokovic a partir del lunes. Y, por añadidura, Rafa debería despedirse por un tiempo de la idea de igualar el récord de seis títulos que Bjorn Borg amasó en estas mismas pistas de Roland Garros, entre 1974 y 1981; 30 años después, la suerte de la plusmarca del Vikingo de Hielo viaja en las cuerdas de la raqueta de otro sueco, el lapón Soderling.

Además, Rafa y Robin escenifican la revancha de la final de 2010 y, quizá, un nuevo capítulo en el ajuste de esas cuentas que uno y otro miran de reojo desde aquel drama de cuatro días en 2007, en Wimbledon, cuando Soderling se burló abiertamente de Nadal: que acabó ganando. Soderling, con nuevo entrenador, Fidde Rosengren, sigue pegando mecanizada, brutalmente: por eso juega cuartos ante la incógnita ambulante que se encarna en Rafael Nadal. "No quiero quitarle a Soderling que pegue a la bola como le pega, sólo intento que no juegue siempre en la misma velocidad, que sepa cambiar de marcha", observa Rosengren sobre su pupilo Robin, en el Bosque de Bolonia.

Tras el dramático éxito de Murray ante Troicki, que ganaba por 5-3 y 30-0 el quinto set, antes de caer por 5-7 ante el escocés, Nadal se entrenó en la Pista 9, con el joven Oriol Roca. Al margen de Djokovic y Federer, y al margen del duelo Murray-Chela, el destino de Rafa va en manos de Nadal. Más que Nadal contra Soderling, es Nadal contra Nadal. Por cierto, y según Federer, el favorito es Nadal.