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Tenis | US Open | La llegada a Madrid del campeón

"Hace unos meses, esto parecía imposible"

Nadal ya mira al Masters: " Es pista rápida y están los mejores"

<b>LOS CUATRO GRANDES. </b>Sala de Prensa de la T-4: Nadal, bajo las imágenes de sus triunfos en los cuatro torneos del Grand Slam: Australia, París, Wimbledon y Nueva York.
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Una jornada, viaje o travesía que se iluminó hacia 2004, en la Copa Davis, Brno, cerró ayer otra etapa. A las 07:10, Rafael Nadal Parera, flamante campeón del US Open, aterrizaba en la T-4 de Barajas a bordo del vuelo IB-6250, despegado siete horas antes del aeropuerto neoyorquino J. F. Kennedy, no lejos de Flushing Meadows.

Y 40 minutos después, Nadal, número uno del tenis mundial al menos hasta el verano de 2011, comparecía ante medio centenar de periodistas en la Sala de Prensa. Le acompañaban su representante, Carlos Costa, otros dos directivos de las empresas que le patrocinan y otros dos hombres, quizá los más cercanos, los que más comparten sus vivencias: su tío y entrenador, Toni Nadal, y su fisioterapeuta, Rafa Maymó. También, su madre...

Nadal, vestido de rojo, apareció fresco como una rosa. Relajado, como si llegase de una partida de pesca cerca de Manacor. La frescura de aquel cachorro de Brno ha mutado en el aire sólido de un ganador. Un ganador sensato.

"Hace unos meses, esto parecía imposible", dijo Rafael Nadal. Entonces, ¿qué pasó en Nueva York? "El servicio, el saque, ha sido de siempre mi asignatura pendiente. Dos días antes de que empezara el torneo, ya en Nueva York, decidí cambiarlo, ir a otro grip o empuñadura más abierta (Continental) para tocar más pelota. En los entrenamientos en la Pista Central, la Arthur Ashe, me di cuenta de que me costaba una barbaridad ganar mis servicios a contraviento. Hacer ese cambio a esas alturas era un riesgo que decidí asumir. Siempre podía rectificar. Pero empecé a servir bien. Y salió".

Pistas duras.

Hay relación entre el cambio de servicio y las pistas duras americanas. Explica Nadal: "En una superficie como la del US Open hay que servir perfecto; en la hierba me venía salvando con los efectos. En la tierra, con menos saque puedes hacer lo mismo. También voy con mejor posición en la pista. Antes me quedaba más atrás".

Dicho esto, al torneo: "Djokovic es el mejor Djokovic y siempre progresa, como Murray. Federer ha hecho cosas prácticamente imposibles o inigualables. No se ha estancado. Si llega a ganar a Djokovic, dirían que había hecho el mejor tenis de su vida. Y yo... siempre he llegado con problemas a Nueva York".

Época.

Al fin, el Open, el cierre del Grand Slam. "He ido mejorando año tras año, por eso estoy donde estoy. No me siento el mejor deportista español de la Historia, no lo sé siquiera. Y sería una arrogancia. Ya me siento orgulloso con la etiqueta de poder estar en el mismo grupo que Alonso, Pau Gasol, Indurain... y Contador, que lleva camino. Es un honor. Será una época difícil de repetir, es un momento para valorarlo y disfrutarlo mucho".

Aquel chico de Brno parecido a Mowgli, este número uno se quedó en Madrid para irse al Real Madrid-Ajax. Nadal tiene participación en el Mallorca. Tío Toni, Maymó y la familia siguieron a Manacor. Y Rafa ya mira a Londres, la Masters Cup que nunca ha ganado: "Me interesa mucho y será difícil: es pista rápida y están los mejores". Este Nadal, aquel Mowgli, ya ha saludado al Triunfo y el Desastre: sus viejos amigos de Wimbledon. Y en él vive la sentencia de Rudyard Kipling: "Entonces, hijo mío, serás un hombre".