NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Tenis | La intrahistoria

Rafa pone sus rodillas en manos de Mikel Sánchez

Se le va a inyectar plasma autólogo en las dos.

<b>ÉXITO. </b>Mikel Sánchez (izda.) y Eduardo Anitua han desarrollado el método que aplicarán a Nadal.
el correo

Rafa Nadal peregrinará a Vitoria tras Wimbledon para seguir con el tratamiento que, confía, ponga fin a la repetitiva tendinitis en sus rodillas que amenaza con acortar su carrera. Su destino será la Clínica USP La Esperanza, donde el doctor Mikel Sánchez ha recibido ya a muchos deportistas desesperados: los futbolistas Tiko, Orbaiz, Asier del Horno o Donato; los baloncestistas José Manuel Calderón, Raúl López o Splitter; los ciclistas Laiseka, Samuel Sánchez o, incluso, Jesús Manzano (tenía las rodillas destrozadas por la cortisona)... También al Rey Juan Carlos, con un hombro afectado. Su lista de espera es proporcional a su fama.

Nadal fue informado de diversas opciones por su médico, Ángel Ruiz Cotorro, y decidió acudir a Vitoria en abril, tras ganar en Montecarlo. Había que probar algo. Y ese algo es un tratamiento que se debe hacer en tres semanas, a una inyección por semana. ¿Qué contienen? Plasma autólogo rico en factores de crecimiento (proteínas).

Es decir, plasma extraído del propio paciente que se centrifuga y enriquece para inyectarlo directamente (de ahí que Nadal lo califique como "doloroso") en el tendón. Entre Montecarlo y Roma, renunció a jugar el Godó y en ese tiempo aprovechó para ponerse una sola inyección, no las tres necesarias, en la rodilla izquierda. Según fuentes cercanas al equipo médico, desde entonces "está como loco" con los resultados. De ahí que, tras Wimbledon, haya decidido no disputar la Davis y realizar el tratamiento completo en las dos rodillas (la que le está dando la lata en Londres es la izquierda). Hasta el Masters 1.000 de Toronto (9 de agosto) hay cinco semanas. Tiempo suficiente.

El método del Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF, en inglés) fue patentado por Eduardo Anitua, del BTI de Vitoria (Biotechnology Institute) como un método para regenerar hueso en implantes dentales, pero junto con Sánchez extendió su aplicación a músculos, tendones y ligamentos. Los dos visitaron en junio la sede del Comité Olímpico Internacional en Lausana para explicar la aplicación de plasma rico en plaquetas (Tiger Woods se curó así en Canadá). Terapia que no tiene que ver con las autotransfusiones sanguíneas, consideradas dopaje.