Wimbledon mira de nuevo a Nadal y Federer

Entre fresco olor a pasto húmedo, Rafael Nadal y Roger Federer, por orden de clasificación en la ATP, consumen las vísperas acuartelados en sendas casitas de Wimbledon, en las inmediaciones del All England Club. Nadal, su tío Toni y su equipo de trabajo comparten alojamiento con Feliciano López y su grupo. Federer está con su familia, sus técnicos (Luthi, Paganini) y su nuevo fisioterapeuta, el manos mágicas francés Stéphane Vivier. La espalda preocupa al número dos del mundo desde hace tiempo. He ahí la presencia de Vivier.

Claramente, Roger, algo más modelado, quiere esquivar los problemas de lesiones que han generado un aluvión de renuncias de última hora: Safina, María José Martínez, Gulbis. en su santuario del All England, Federer no quiere herejías, cuando se asoma a un nuevo récord. Roger ha sido seis veces campeón en la Centre Court de Wimbledon. La última, en 2009, cuando Rafa Nadal no pisó el torneo y no pudo defender su sensacional título de 2008. Ese Nadal que en París alejó a Federer del récord de semanas como número uno se alza ahora ante otro desafío del maestro suizo: igualar la plusmarca de siete títulos de Sampras y Renshaw.

Los cronistas ingleses hablan de Murray con la boca pequeña. Djokovic tiene un debut de riesgo ante Olivier Rochus, que ha batido al serbio en tres de sus últimos cuatro duelos. Federer estrena la Centre Court ante Alejandro Falla (14:00 horas en España). Feliciano será el primer español en acción, a las 13:00 horas en la Pista 14, ante Levine. Aparecen Robredo y Montañés. Nadal tiene un problema menos con la baja de Gulbis y empieza mañana, ante Nishikori, el sedoso japonés de Bollettieri. También mañana, Verdasco, Ferrero y Almagro, tres que gestionan problemas físicos de menor o mayor calibre. Del Potro no está, ni se le espera

Así, Wimbledon mira a Nadal y a Federer, bajo el tremendo recuerdo de la tremenda final de 2008. Regresa Isabel II al All England. Regresa Nadal. "Nadal es como ese chico espabilado que descubre verdades a los adultos; siempre hay que creerle", reflexiona Patrick McEnroe. Wimbledon aguarda y contiene la respiración. Justo lo que hace Federer.