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Tenis | La intrahistoria

Críticas feroces al vestuario de María Sharapova

A. D.

El nuevo contrato de Maria Sharapova con Nike (70 millones de dólares) no ha impedido (o quizá, ha atizado) críticas feroces al nuevo vestuario de diseño que la rusa residente en Hollywood estrenó en su debut y despedida en el Open australiano. Medios especializados como Busted Racquet o Forty Deuce analizan el diseño vaporoso de Sharapova en Melbourne como "la cosita de una doncella de 1968" o "una equivocación del marketing, el mal ensayo de una combinación de tocador".

Las tensas relaciones que la multimillonaria Sharapova mantiene con el resto de jugadoras, sobre todo con las de Rusia, su país de origen, salen en las palabras de Maria Kirilenko. Tras batir y apear del Open a Sharapova, Kirilenko se mostró delicadamente desdeñosa con el vestido de Maria: "No recuerdo bien cómo era su vestido. Bueno, sí: recuerdo que era azul, o eso creo, como una botella de Powerade (un refresco energético)". "Seguiré adelante", insiste Sharapova, cuyas salidas nocturnas en Los Ángeles ya tienen una consecuencia: su padre, Yuri Sharapov, ya no la acompaña en los torneos.