Verdasco, ante el cañón de Karlovic en octavos

La peculiar Batalla de Inglaterra que es el torneo de Wimbledon tiene un momento clave: el final de la primera semana es como el cruce del Canal. Mañana, es el Middle Sunday: domingo de asueto, horario limitado de trabajo para prensa y jugadores en el All England Club. Y, de cuatro españoles que se presentaron ayer a esta encrucijada, sólo uno verá la acción en octavos, más allá del Middle Sunday: Fernando Verdasco.

A un lado los casos de Almagro y Robredo, Montañés tuvo la desgracia de toparse con el susodicho Verdasco, ya uno de los pistoleros más rápidos en el desierto de Nevada, Las Vegas. "Si en algo ha mejorado Verdasco es en fitness, en atleticismo", observa Nick Bollettieri, el gran gurú. La ingeniería física de Gil Reyes y los retoques técnicos de Agassi y Darren Cahill (agresividad, agresividad) han llevado a Verdasco a otra clase, a otro piso: algo demasiado fuerte para el buen jugador, algo liviano, que es Albert Montañés.

Montañés ganó el primer set (6-4). Después, simplemente, no resistió el ritmo de asalto de Verdasco, que galopó en los tres sets finales: 6-1, 6-4 y 7-6. 57 golpes ganadores, 16 aces y 82% de puntos con el primer servicio. Verdasco llega a esos octavos que nunca ha superado... y se pone ante el gran cañón de Croacia: Ivo Karlovic (2,08), que despachó a Tsonga con 46 saques directos. Karlovic ha estado ahora con Bollettieri y suele ser un (gran) problema para Verdasco. Ya es cosa de pistoleros: gana el que desenfunde más rápido.

Adiós a Robredo y a Almagro

Tommy Robredo y Nico Almagro se despidieron. Ante Dudi Sela, Robredo cedió los dos primeros sets (6-7, 5-7), ganó fácil el tercero (6-2) y perdió los cuatro últimos juegos del partido cuando dominaba por 5-3 el cuarto set. Ante Söderling, Almagro cayó en tres sets: 7-6, 6-4, 6-4. Carla Suárez abre hoy la Pista Central ante la campeona, Venus Williams.