El amor propio de Anabel Medina no fue suficiente para romper con la hegemonía del tenis ruso en la Copa Federación. Cuarto título en las cinco últimas ediciones. Esta vez por 4-0, actuando de visitante, jugando sobre la tierra del Club de Campo de Madrid, llegando al segundo día con 2-0 y rematando a las primeras de cambio: 5-7, 6-3 y 6-4 de Svetlana Kuznetsova a Anabel Medina. El segundo individual no se disputó y en el dobles Nuria Llagostera y Carla Suárez claudicaron por 6-2 y 6-1. Inapelable.
En el duelo de números uno, Anabel comenzó dormida (0-4), levantó cuatro bolas de set con 3-5, consiguió un break para 6-5, forzó los intercambios y se adjudicó el primer set (7-5) abriendo espacio para soñar con la remontada. Pero el sueño lo cortó de raíz Kuznetsova, que abandona la Academia Sánchez-Casal de Barcelona donde lleva desde hace diez años para trasladarse a Moscú con Olga Morozova, primera finalista rusa en un Grand Slam (Roland Garros 1974). Sveta puso las turbinas a tope con 3-3 y se disparó para adjudicarse el set (6-3) y llevar por el mismo rumbo el tercero (6-4).
"Nunca estuve cerca, siempre fui a remolque -reconoció la valenciana-. En cuanto al equipo, no se le puede reprochar nada, porque nadie hubiera firmado a principio de año estar en la final con estas jugadoras". El seleccionador, Margets, recordó que lo conseguido por sus chicas es "un hito". Rusia, pese a las ausencias en Madrid, tiene ocho tenistas entre las treinta primeras y España, sólo a Anabel (29ª). Una brecha insalvable.
Premio de la ITF para Margets
La Federación Internacional de Tenis (ITF) y el Salón de la Fama distinguieron a Mico Margets con el Premio a la Excelencia. Seleccionador desde 1993, ha llevado a España a ocho finales ganando cuatro títulos. Antes de la entrega del galardón, él y las chicas recibieron la visita de Ferrer, Feliciano, Verdasco y Almagro para desearles suerte.
Vakulenko, otra opción española
Julia Vakulenko puede ser una opción más de cara a la primera ronda en 2009 (7-8 febrero) en Chequia, en rápida. La ucraniana (25 años, 1,85 m), que reside y se entrena en Barcelona desde hace diez años, inició los trámites de nacionalización en abril. En noviembre era la 32ª del mundo. Una lesión de muñeca y cinco meses de parón le han hecho bajar al 118.