Grada NBA para apoyar al número uno mundial

Pekín 2008 | Tenis

Grada NBA para apoyar al número uno mundial

Grada NBA para apoyar al número uno mundial

Pau Gasol no se quiso perder el triunfo de Nadal

Son como Zipi y Zape. Pero más altos y más fuertes. Gasol y Nadal. Pau y Rafa. Como en el anuncio de los relojes, parecen hechos el uno para el otro. El pívot de la NBA lleva varios partidos arrastrando a sus colegas de selección a la grada para animar a su colega, como lo ha hecho en otras ocasiones en Roland Garros. Esta vez se llevó a Berni Rodríguez, Carlos Jiménez, Rudy Fernández y Ricky Rubio. Acabaron de preparar el asalto a la fortaleza de Kobe y LeBron, tomaron un coche y se plantaron en chándal en el cemento del Olympic Green Tennis Center. "¡Vamos, Rafa!", se oía desde su posición, piernas encogidas, atención suprema y atención exquisita a quien se acercaba a hacerse una foto con ellos. Cuando Nadal rugía, alzaba la vista y allí estaban ellos en pie. Casi nada. Hoy Rafa ha prometido devolverles la visita. Si a Aíto le hace falta un 'cuatro' que dé miedo, seguro que el de Manacor da el paso al frente.

También apareció Alberto de Mónaco por la Central. Lógico. Novak Djokovic es súbdito de su Principado. Las grandes fortunas son bienvenidas en el paraíso de los ricos y el ídolo serbio (más desde que se posicionó contra la independencia de Kosovo) ya tiene pisito frente a la Marina en el que poner a buen recaudo los ocho millones de dólares en premios que se ha embolsado con 21 años.

Jaime Lissavetzky, secretario de Estado, y Pedro Muñoz, presidente de la Federación Española, hicieron lo políticamente correcto. Aguantaron a ver la victoria de Anabel Medina y Vivi Ruano y luego aparecieron a rematar con Nadal. Junto a Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, que tampoco se quita el chándal y está como pez en el agua entre tanto deportista.

Polémica.

En los corrillos, la nueva polémica provocada por otra foto de The Guardian. La que mostraba al equipo de Copa Federación, Muñoz incluido, en la misma pose que los chicos del basket (índice sobre los ojos para que parecieran rasgados) en el ya famoso anuncio. Se hizo tras la semifinal que se jugó en abril en Pekín. "Nadie tenía la intención de hacer burla. Fue un gesto amigable y de celebración. Es despreciable que se quiera utilizar un gesto de alegría para hacer polémica", decía el volcánico Muñoz.

Entre personajes VIPS y ciudadanos chinos el ambiente era de lujo. Tampoco faltaron las monteras de torero, los delantales de lunares y mucha guasa. La grada se lanzó enseguida con el "¡Na-dol, Na-dol, Na-dol!", que es como suena aquí. El número uno les respondió golpeando el techo. "¡Oeoeo!".