Épico triunfo del australiano Rafter

TENIS | WIMBLEDON

Épico triunfo del australiano Rafter

Épico triunfo del australiano Rafter

AP

El australiano Patrick Rafter podrá descansar 24 horas más que su rival de mañana en la final masculina. Ayer, por culpa de las inclemencias del tiempo, se suspendió el duelo entre el británico Tim Henman, el nuevo héroe local, y el croata Goran Ivanisevic.

El australiano Patrick Rafter podrá descansar 24 horas más que su rival de mañana en la final masculina. Ayer, por culpa de las inclemencias del tiempo, se suspendió el duelo entre el británico Tim Henman, el nuevo héroe local, y el croata Goran Ivanisevic; ellos no pudieron acabar, primero porque la lluvia obligó a paralizar el encuentro, y cuando podían volver a la pista ya no había luz natural para continuar el juego.

Apareció la lluvia

El partido Henman-Ivanisevic se detuvo por la lluvia cuando tras dos horas de juego, y cuando el de Oxford dominaba por 5-7, 7-6 (8-6), 6-0 y 2-1, y luego no pudo reanudarse debido a la falta de luz. Henman aspira a convertirse en el primer británico que alcanza la final de Wimbledon desde Henry Bunny Austin en 1938.

En la otra semifinal, la primera, la que sí se jugó y justificó por sí misma la jornada, Rafter se impuso al norteamericao Agassi, a quien su novia Steffi Graf animaba desde el palco real.

El encuentro fue un partido épico, tal y como estaba anunciado, y hubiera sido una final grandiosa. Ganó Rafter en cinco sets (2-6, 6-3, 3-6, 6-2 y 8-6), pero estuvo muerto cien veces y resucitó otras tantas. No exagero. Última manga: Agassi dispone de cuatro bolas para romper el servicio de Rafter y ponerse 3-0. Hasta ese momento, el jugador que rompía ganaba el set. Rafter salva el pescuezo, pero Agassi vuelve a tener otra bola de break para ponerse 4-1.

El australiano sobrevive otra vez. Y finalmente, Agassi sirve para meterse en la final (5-4). Pero siete vidas tiene el Rafter. Al final hubo premio para el más valiente, pero quedarán para historia los restos del americano, porque capturar un proyectil de Rafter es como atrapar una bala con los dientes.

Agassi, fiel a sí mismo, tendrá que pagar 200.000 pesetas de multa. Cuando pierde los nervios por su boca salen sapos y culebras.