Probamos la Samsung Q60T y la Sony HT-G700: ¿Qué barra de sonido es mejor?
Comparamos estos dos modelos de gama media, con sistema Dolby y subwoofer integrado
Debido a lo complicado que resulta acudir al cine ahora mismo, convertir el salón de casa en un centro de entretenimiento completo puede ser una inversión que vale la pena. Pero ya que las producciones de cine, televisión y videojuegos de la actualidad no tratan solamente de la imagen, sino también del sonido, un buen televisor debe completarse con un sistema de audio del mismo nivel. Así es que en esta ocasión nos hemos dado a la tarea de evaluar dos barras de sonido de gama media, que equilibran muy bien prestaciones premium con un precio más ajustado, para elegir la mejor.
¿Qué modelos hemos elegido?
Para poner a prueba los últimos avances en el terreno de las barras de sonido, hemos considerado solamente modelos que han sido presentados este año por dos de las marcas más reconocidas en este sector. Además era importante que incorporaran un subwoofer y que fueran compatibles con los formatos de sonido Dolby. Por lo tanto, la comparativa enfrenta dos sistemas: Samsung Q60T y Sony HT-G700.
¿Qué aspectos hemos considerado?
Para evaluar estas dos barras de sonido hemos considerado los siguientes aspectos:
A partir de estos aspectos, hemos considerado que la barra de sonido Sony HT-G700 es la mejor opción de compra para la mayoría de los usuarios, debido a la versatilidad de sus modos de sonido y la calidad con que reproduce los diferentes formatos y contenidos audiovisuales.
Sony HT-G700: la más versátil
Quienes utilizan el televisor como un completo centro de entretenimiento en el que, además de ver programas de televisión, series y películas, también acostumbran reproducir música, jugar videojuegos y escuchar podcasts, no vale una barra de sonido enfocada en contenidos cinematográficos, sino un modelo que sea capaz de adaptarse de la mejor manera a los diferentes formatos. Precisamente, este es el perfil que mejor cumple la Sony HT-G700, cuyos diferentes configuraciones de sonido han sido pensadas para abarcar los contenidos más comunes que se pueden consumir en el televisor de casa.
Para ello son esenciales los siete diferentes perfiles que ofrece —accesibles desde el mando con un botón independiente para cada uno—, ya que, en su mayoría, reconfiguran el audio con muy buenos resultados. El más destacado, sin duda, es el modo cine, pues es el que saca los mejores graves del subwoofer inalámbrico que acompaña a la barra de sonido, pues suenan profundos y claros —aunque no llega a sentirse el impacto de las ondas de sonido—. Además, las voces se escuchan con mucha claridad, los detalles no pasan desapercibidos y, si se activa el botón de sonido inmersivo en el mando, la sensación de profundidad —es decir, sonidos en primero, segundo y tercer plano— es perfecta. Desde luego, es compatible con los sistemas Dolby Atmos y dtsX, por lo que los contenidos en estos formatos son realmente envolventes.
Si bien uno de los usos menos comunes para una barra de sonido es el de escuchar canciones, la Sony HT-G700 puede cambiar por completo esta percepción. El modo música es la segunda de sus siete configuraciones que más impresiona, puesto que trabaja de manera sobresaliente con grabaciones actuales. La separación de instrumentos —especialmente si se activa el sonido inmersivo— es notable, pues reparte la mezcla con mucha claridad y espacialidad a través de sus tres altavoces, con una ecualización equilibrada y sin saturación de graves. En general, se nota el refuerzo que hace en las frecuencias medias, ya que el sonido es cálido y rico.
El resto de configuraciones son: automático, que se adapta de la mejor manera al tipo de contenido y que es ideal para programas de TV; estándar, con una ecualización sin alteraciones para, por ejemplo, ver vídeos en YouTube; nocturno, que baja el volumen sin perjudicar la claridad de las voces; voz, con el que los diálogos pasan a primer plano y que es perfecto para escuchar las noticias o los podcasts; y surround, que simula una atmósfera envolvente que destaca con los videojuegos o los deportes.
En todos sus perfiles posibles, solamente encontramos un par de fallos relevantes, que ocurren cuando se conecta al televisor mediante Bluetooth (también se puede hacer mediante un puerto HDMI ARC o por cable óptico para evitarlos). El primero es que, por alguna cuestión de configuración, el sonido puede saturar en cierto momento y provocar distorsiones que no se solucionan hasta que se interrumpe la conexión Bluetooth y se vuelve a emparejar. Además, cuando se utiliza con videojuegos de manera inalámbrica, se genera un ligero retraso en el audio que perjudica la experiencia en títulos con mucha acción.
Aun así, la experiencia en general es muy destacada, pues ofrece un volumen con potencia de 400 vatios, más que suficiente para llenar por completo un salón de tamaño mediano. Asimismo, su diseño es el más elegante de esta comparativa, con un cuerpo redondeado de aluminio bastante sólido.
Samsung Q60T: la mejor para el cine
Desde luego, los verdaderos cinéfilos, más que la versatilidad, buscan en una barra de sonido la mejor experiencia envolvente a la hora de ver películas o series. En ese terreno, sin duda la Samsung Q60T es la mejor de esta comparativa. Empezando porque cuenta con 5.1 canales reales que, a pesar de tener sus cinco altavoces en la misma barra, consiguen una recreación del espacio verdaderamente sorprendente. La profundidad de campo de cada sonido se distingue a la perfección, tanto en posición como en volumen. No obstante, aunque viene acompañada de un subwoofer inalámbrico, los bajos no consiguen estar tan presentes, si bien es cierto que aquí ya influyen los gustos y el tipo de contenidos que se acostumbren: no es igual el sonido del cine de arte —para lo que el subwoofer cumple perfectamente, aportando matices profundos— que el de acción o superhéroes, donde los efectos de golpes, disparos, explosiones y más no tienen demasiado impacto.
Ofrece cinco configuraciones de sonido para elegir la que mejor se adapte a cada formato: standard, con una calidez ideal para los programas de TV; surround, que consigue crear una atmósfera envolvente a la hora de ver deportes o series sin una mezcla Dolby; adaptive, que lleva la voz al primer plano para no perder detalle de los diálogos; game pro, con la que los videojuegos ganan en profundidad y detalle; y DTS Virtual:X, perfecta para reproducir contenidos con sonido Dolby y conseguir un sonido envolvente de verdadera calidad. El único problema es que estos modos se seleccionan mediante el mando, pero con un mismo botón que obliga a pasar por todo el menú hasta llegar a la opción deseada. La ventaja es que, si se conecta a un televisor Samsung de última generación, los modos game pro y DTS se activan automáticamente al encender una consola o reproducir contenido compatible, respectivamente.
La Samsung Q60T entrega un volumen muy potente, capaz de llenar cualquier salón y sin saturar en ningún momento. No obstante, no es el modelo más recomendable para los melómanos, ya que al reproducir música genera un sonido muy compacto y con poca recreación de la escena, así como una ecualización bastante plana y sin emotividad. Asimismo, su diseño de líneas rectas, aunque de apariencia moderna, no destaca por nada en especial, si bien su construcción es completamente sólida y de calidad. Se puede enlazar al televisor mediante conexiones HDMI ARC, óptica o Bluetooth.
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*Todos los precios incluidos en este artículo están actualizados a fecha 24-09-2020.