Regalos que todo científico (y muchos otros) querrían tener
Lo científico no tiene que ser sinónimo de aburrido y te lo demostramos con este artículo repleto de productos y gadgets que a más de uno le gustará tener
La ciencia puede ser apasionante y para afirmarlo no hay más que repasar la trayectoria de algunas de las figuras más relevantes y conocidas como son Marie Curie, Isaac Newton o Galileo Galilei, entre muchas otras. Ellos realizaron importantes hallazgos que permitieron acelerar la evolución humana y el conocimiento del mundo. Lo hicieron con una serie de instrumentos y aparatos que hoy en día aún se pueden conseguir y utilizar. Gadgets científicos que nos permiten apreciar fenómenos físicos y usarlos por necesidad, por ocio o para regalar y sorprender a alguien.
Si conoces a una persona a la que le encanta la ciencia y quieres hacerle un regalo original (o lo quieres para ti), echa un vistazo a estos aparatos que os presentamos.
Giroscopio
Inventado por Léon Foucault en 1852, el giroscopio sirvió para demostrar la rotación de la Tierra. Este aparato es capaz de girar sobre un eje cuando se le aplica una fuerza que lo que acaba provocando es que se mantenga en esa posición sin parar. Como ocurre cuando se intenta que una moneda gire sobre ella misma sin caer. En general, este dispositivo sirve para medir, mantener y modificar la dirección en el espacio de un objeto. A día de hoy, los teléfonos móviles y las tablets, por ejemplo, cuentan con uno electrónico en su interior, que es lo que permite que al mover la pantalla, el Smartphone lo detecte y cambie la orientación en la que se muestra la misma. Y para lograr algo tan común ahora hubo que remontarse a un artilugio de más de 150 años de antigüedad.
Péndulo de Newton
Este es uno de los aparatos científicos más conocidos y seguro que muchas personas lo han visto alguna vez como decoración sin saber de qué se trata exactamente. En esencia, el Péndulo de Newton es un dispositivo que muestra cómo funcionan las leyes de la conservación de la energía y de la cantidad de movimiento. Con él se puede ver cómo una bola, cuando golpea a otra del mismo peso, que está inclinada en el mismo ángulo y a la misma altura, distribuye la energía y el momento lineal. Este simple dispositivo siempre sorprende porque las esferas se mueven como uno inicialmente no espera y lo hacen demostrando las leyes de Newton.
Termómetro de Galileo
Galileo descubrió que la densidad de un líquido cambia en función de la temperatura a la que se encuentra. Aplicando esta noción se acabó desarrollando este termómetro de vidrio que fue nombrado en homenaje a dicho científico y su hallazgo. El aparato utiliza un líquido transparente que se dilata más rápidamente que el agua y una serie de bolas de cristal, las cuales marcan una temperatura diferente cada una. Así, cuando cambia la temperatura, estas suben o bajan y los grados los marcará la bola más baja de las que se encuentran en la zona superior.
Radiómetro
Detecta y mide la intensidad de energía térmica radiante y sobre todo de los rayos infrarrojos. Eso es lo que hace básicamente un radiómetro y lo muestra provocando un movimiento en su interior con una serie de paletas que se ven afectadas por la radiación. Basta con exponerlo a los rayos del sol o a una fuente de luz para ver cómo comienzan a agitarse las paletas de su interior. Y por el aspecto que tiene este dispositivo, puede funcionar como un elemento decorativo único y original que se moverá durante el día cuando un haz de luz le apunte. Perfecto para colocar junto a ventanas y en exteriores.
Barómetro
El físico Evangelista Torricelli desarrolló los primeros barómetros en el siglo XVII como un aparato capaz de medir la presión atmosférica. Estos instrumentos han evolucionado considerablemente desde aquellos primeros modelos, pero el principio por el que funcionan sigue siendo el mismo: el peso por unidad de superficie que ejerce la atmósfera y que cambia con el clima. Así, ahora podemos encontrar dispositivos como este que presentamos aquí, el cual tiene una forma original de gota de agua y es capaz de mostrarnos si va a hacer un día soleado, lluvioso, si nevará o habrá tormenta. Utiliza unas sustancias químicas transparentes que forman lentamente las formas que ilustran dicha información.
Reloj de arena magnético
El reloj de arena es uno de los instrumentos más antiguos y clásicos que permitían medir el tiempo en intervalos fijos. La utilidad de estos cayó en desuso con la llegada del reloj y más aún con los smartphones y la era digital, pero siguen siendo un aparato muy llamativo que puede servir como decoración. Más aun si es un modelo magnético como este que, en lugar de usar granos de arena, emplea unas pequeñas partículas de hierro que crean formas originales mientras caen gracias a un imán que incorpora en la parte inferior. Un homenaje a los dispositivos clásicos pero con tecnología moderna para quedarse encandilado mirándolo y sorprender a alguien con un regalo así.
Lámpara de levitación magnética
Uno de los fenómenos físicos más sorprendentes es el de la levitación magnética. Según este, un campo magnético provoca una presión que se opone a la gravedad y hace que un objeto sea repulsado y levite. Siguiendo esta teoría se pueden crear lámparas como esta que os presentamos aquí en las que la bombilla está en el aire, sin hacer contacto con ninguna superficie. Así ofrece un resultado muy llamativo y espectacular y se convierte en un elemento único para colocar en casa o en la oficina.
*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a fecha 07-11-2018.