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LA DORMILONA

Rock and Roll Stars

Paquito Navarro y Martín Di Nenno tocarán por última vez para poner el punto y final a una gira que llenó estadios, emocionó al público y rozó la gloria.

Actualizado a
Paquito Navarro y Martín Di Nenno celebran una victoria el año pasado.
WPT

Como estrellas de rock, Paquito Navarro y Martín Di Nenno harán sonar la música una vez más. El fin de gira final de una pareja que llenó estadios, emocionó al público y rozó la gloria para morir de éxito cuando los focos comenzaron a apagarse.

Y es que la carrera de Martín y Paquito, de Di Nenno y Navarro, es la de la joven banda de rock que tuvo que hacer carretera, y mucha, antes de llenar salas, firmar autógrafos, conseguir su primer gran contrato con una multinacional o contar con una legión de seguidores y fans a las puertas del estadio.

El proyecto de la pareja hispano-argentina comenzó, casi, en el ostracismo. El sevillano, tras haber sido una estrella, el argentino, un talento por acabar de despuntar. La primera mitad de temporada 2021, resultados y feeling mediante, fue el de un proyecto que quería, pero que o bien no podía o no sabía cómo.

Solo el paso de los meses, la acción del trabajo y la aparición de esa pizca necesaria de fortuna -ruptura de Belasteguín y Sanyo mediante- abrió el camino a dos jugadores que hasta entonces habían sido teloneros de las que por entonces eran los cabezas de cartel. Siempre cerca de los focos, pero nunca bajo ellos.

La gira de otoño e inverno vería la eclosión de una pareja de pádel que se sentía como una rock band. Tras haber comenzado a sonar con fuerza en Vigo, Málaga o Cerdeña, Barcelona y el Palau Sant Jordi encumbrarían al ideario popular a unos Di Nenno y Navarro que darían un recital emocionante que dejará para el recuerdo la instantánea de las lágrimas de Martín o la celebración de ambos.

Di Nenno y Navarro durante un partido de la temporada pasada.
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Di Nenno y Navarro durante un partido de la temporada pasada.WPT

Entonces, comenzaría el gran show. Guitarra e inflador mediante, Navarro y Di Nenno, like a rolling stone, se darían un baño de masas allá por donde fueran. Música, luces, aplausos y rock and roll en forma de ocho finales consecutivas y tres torneos que les hicieron soñar, quizá, con entrar en el hall of fame.

Porque Navarro y Di Nenno rozaron, en dos ocasiones, la cima. En México, en la final, estuvieron a un set de ascender al número uno de World Padel Tour. En Madrid, en el Master Final, las semifinales les privaron de jugarse el trono con Galán y Lebrón en una final soñada.

Pero, aún así, había banda para rato. En plena viralización de sus espectáculos, Di Nenno y Navarro no dudaron en darse una segunda temporada juntos. Y, cómo no. Estaban cerca, muy cerca, y la posibilidad real de dar el salto definitivo era una empresa de cuasi fácil acceso.

Tanto es así que en su segunda gira, la de 2022, el inicio sería atronador. La guitarra sonaba más afinada que nunca y el inflador resoplaba aún con más fuerza y los fans, allá por dónde fueran, cantaban a coro todas y cada una de sus canciones. El nivel, superlativo en muchos casos, les daría el primer título de la historia de Premier Padel y una final y un entorchado en World Padel Tour en cuatro torneos.

Navarro y Di Nenno celebran el Doha Major de Premier Padel.
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Navarro y Di Nenno celebran el Doha Major de Premier Padel.Premier Padel

Pero, de repente, algo dejaría de sonar bien. Las gradas seguían esperando sus conciertos, los fans coreaban al unísono sus letras, los focos seguían apuntándoles, pero la banda ya no sonaba igual. Donde antes había armonía, ahora había estruendo. Donde antes estallaban los bafles ahora solo conseguían un ritmo melódico que, aunque placentero, sonaba insuficiente.

Las finales en Roma o Madrid de Premier Padel serían actuaciones puntuales que, aún sin saberlo, serían los últimos grandes bolos de una banda legendaria para los aficionados. El off road en World Padel Tour sería evidente pues, en diez torneos, no pisarían una sola vez la final. De Alicante a Suecia, concretamente.

La realidad es que Navarro y Di Nenno habían sido capaces de dar la mejor de sus versiones, de alcanzar un nivel pluscuamperfecto cuando la presión, la exigencia y los objetivos no eran un compañero de viaje con voz y lugar. Habían rendido a un nivel tan, tan alto, que mantenerlo en el tiempo era más una cuestión de fe que de verdad. El estrés, la presión y el desgaste de las giras harían el resto.

La historia de Navarro y Di Nenno será, para siempre, la de un proyecto que sin ser leyenda, quedará para siempre en el ideario popular. No sonaban como los mejores, cierto, no tenían las mejores letras, también, pero había algo en ellos que llegaba a gente. Transmitían. Y, eso, lo tienen muy pocos.

Hoy, sabemos que el grupo se separa. Que, tras Santander, no habrá más discos, actuaciones y fiestas que celebrar. Habrá una última actuación y el cartel de no hay billetes es el que se debe colgar. Sonarán los mayores éxitos y seguro que versiones que rememorar. A disfrutar por última vez de esta banda de rockeros que soñó con ser Rock and Roll Star.