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MENTALIDAD IMPARABLE

Detecta el bloqueo mental y estancamiento con estas cuatro preguntas

El bloqueo mental afecta a nuestro rendimiento deportivo. Aprender a superarlo es imprescindible si queremos mejorar nuestras marcas

Detecta el bloqueo mental y estancamiento con estas cuatro preguntas

La mayor parte de las personas que sufren bloqueos no saben que los sufren. Transitan por esta complicada etapa sin identificar qué es lo que está haciendo que sus resultados no cambien ni mejoren, ni con tiempo, ni con esfuerzo. Por eso, lo más difícil no es superarlo (que se puede), sino identificar dónde está el problema.

Cuando sufrimos un bloqueo, la raíz hay que buscarla en un plano mental. La condición física no es tan importante. Un deportista no se desbloquea o mejora por el mero hecho de entrenar más o de tener mejor estado físico. La clave de su bloqueo está en su mente. Lo curioso es que, como te decía antes, muchos deportistas no saben que sufren un bloqueo mental, de ahí que la figura del coach de alto rendimiento para deportistas de élite sea imprescindible (reconducirlo es una de nuestras especialidades).

Si el bloqueo es el ‘primer plato’, el estancamiento es el ‘plato principal’. Viene después o a continuación. Porque, en el ámbito deportivo, ambos suelen ir de la mano. Te bloqueas y, automáticamente, te estancas. Uno deriva en otro.

¿Cómo detectar el bloqueo mental? Para identificar que lo sufrimos solo hace falta abrir los ojos y aceptar aquello que nos sucede. Parece fácil, pero hay algo que suele impedir que aceptemos lo que, en realidad, es más que evidente. Nos resistimos porque lo entendemos todo solo desde el plano fisco o deportivo. En este artículo quiero compartir cuatro síntomas que te ayudarán a identificar si estás pasando por una etapa de bloqueo mental. Para ello, deberás hacerte estas cuatro preguntas:

1.- ¿Has dejado de superar tus marcas?

No solo no las superas, sino que, además, has perdido la garra para salir a entrenar y afrontar cada reto deportivo. Es la señal más evidente: la primera de ellas. A veces nos obsesionamos tanto con superar una marca que perdemos el foco de la mejora general o en otros aspectos no numéricos. La obsesión no es un buen indicador del buen rendimiento. Cuanto más nos obsesionamos, más nos alejamos de nuestro objetivo. Resumen: un deportista está estancado cuando se obsesiona en exceso por el resultado. Hay ‘vida’ y progreso deportivo más allá de la marca.

2.- ¿Has dejado de disfrutar compitiendo?

Disfrutar compitiendo (o entrenando) es no haber otro sitio en el mundo en el que te gustaría estar. Solo podremos conseguir resultados si esa regla se cumple. Hay que sentir esa chispa, esa llamada, esa emoción, esa excitación. Si no la sentimos y dejamos de disfrutar, hay que parar y pensar qué es lo que está haciendo que no disfrutemos. El deporte es el mismo: ¿qué ha cambiado? ¡Eureka! Algo en nuestra mente. Puede que sea un exceso de perfeccionismo o exigencia. Hay que alejarse de la extrema perfección y abrazar algo mucho más versátil: la excelencia. La perfección puede conseguirse una vez, pero la excelencia nos enseña a mejorar cada día, cosa que, a la larga, nos permite ir más lejos.

3.- ¿Tienes miedo al fallo?

El miedo es un potente ‘bloqueador’. Hay muchos tipos de miedo: miedo a fallar, miedo a abandonar, miedo a no llegar. Miedo, en definitiva, a uno mismo. Sentir miedo es normal, pero no siempre sabemos actuar para hacerle frente. Para ello, debemos trabajar en el foco: en la concentración y, sobre todo, en la confianza. También hemos de reconectar con esa sensación de disfrute que nos conecta con lo que nos apasiona: con el deporte. Es difícil sentir miedo de algo que te apasiona y sí es fácil dejar de sentirlo cuando disfrutas de ello.

4.- ¿Tienes pensamiento saboteadores mientras compites?

La mayor parte de las emociones que podemos sentir en competición son agentes saboteadores: nervios, presión, miedo, ira, etc. Es normal: una competición está repleta de estímulos a los que debemos hacer frente y los nervios son una primera barrera de contención con capacidad de restar o multiplicar. Porque hay nervios y nervios: hay nervios que te activan, que te meten en el partido o en la competición. Hay otros que distraen y que te alejan del foco. Aprender a identificar unos y otros es clave.

Si has respondido sí a todas o a la mayor parte, déjame decirte que tienes claros síntomas de bloqueo y es fundamental que empieces a trabajar desde ya en tu fortaleza mental. Descubre cómo hacerlo con éstos 8 consejos para campeones que quieren multiplicar su fortaleza mental.