¿Entrenar en verano? 7 consejos para hacer fácil lo más difícil

Agosto ya está aquí, pero a ti te toca entrenar, o competir, o prepararte para una competición inminente. O todo a la vez. No es la primera vez que te sucede… Con la llegada del verano, las ganas de entrenar pueden ‘derretirse’, como la goma de unas deportivas en el asfalto hirviendo. O quizá ese no sea tu caso, y la motivación se mantenga, pero la vorágine lúdico social del día a día veraniego puede ponerlo todo más difícil (como si ya de por sí no lo fuera). En este post quiero facilitarse algunas claves para, este verano sí, conseguirlo. ¡Vamos allá!

Si eres deportista amateur o de alta competición la palabra compromiso forma parte de tu vida. Sin embargo, el verano… ¡ay el verano! ¿Cómo organizar una ‘rutina’ capaz de vencer al cambio de rutinas en el que por defecto nos encontramos en esta época del año? O dicho de otra manera. ¿Es posible entrenar en verano? Sí, con el enfoque mental adecuado. Hablamos de unas semanas en las que, por definición, demasiados estímulos rompen con la rutina y, el entrenamiento puede ser una de ellas. ¿Cómo evitarlo?

1.- ¡Valórate! Aprende a reconocer tu esfuerzo

En lugar de fustigarte o castigarte, empieza por reconocer dónde estás. Reconoce el esfuerzo y valora tu entrega. Si estás entrenando duro en lugar de estar descansando en la playa con tu gente no es por elección propia, es porque cuentas con un magnífico potencial y sabes que tienes que exprimirlo al máximo si quieres cumplir objetivos. Valorarte es esencial para difuminar el sufrimiento. Reconoce cada pequeño paso como un enorme logro.

2.- ¡Medita! Si tienes que entrenar, mejor que seas 100% consciente

Sí deportistas de la talla de Pau Gasol o Novak Djokovic consideran la práctica de meditación como algo fundamental en el ejercicio de sus disciplinas deportivas por algo será, ¿no crees? El trabajo mental también es trabajo… y del duro. Por eso, ¿por qué no aprovechar estas semanas para introducir la meditación en tu rutina? Dibujarás un cuadro distinto (‘romperás’ la rutina) y ganarás mucho: gracias a la meditación te permites a ti mismo tomar conciencia plena de lo que estás realizando en el momento presente. Intenta dedicar entre 5 y 10 minutos al día y pronto notarás los beneficios (entra aquí para saber cuáles son) en tus entrenamientos.

3.- Aprovecha la calma para trabajar tus bloqueos mentales

Aunque tengas que entrenar, es probable que estés liberado de otras obligaciones de tu día a día, por lo que seguramente tendrás más tiempo del habitual. ¡Es tu oportunidad! Pon foco en aquellos aspectos a los que normalmente no puedes prestar mucha atención y dedica un poco de tu tiempo para escuchar tus emociones: miedos, inseguridades, bloqueos, presión. Hazte preguntas, sé sincero y no eludas las respuestas. Así podrás trabajar todo aquello que la vorágine del curso normal deja en un segundo plano.

4.- Duerme todo lo que puedas (y un poquito más…)

¿Te has preguntado cuánto duermen los deportistas profesionales? Deben dormir un mínimo de 8 horas, periodo que aumentan hasta las 10 horas en vísperas de una competición importante. En el deporte (¡y en la vida!) dormir mejor es rendir más. Aprovecha que tienes más tiempo del habitual para descansar todo lo que puedas. Dormir no es una pérdida de tiempo, al contrario: previene lesiones, permite fijar conceptos adquiridos durante el día y fortalece el sistema inmunitario, aumentando la resistencia a patologías que pueden aparecer como consecuencia del estrés.

5.- Trabaja tu control mental

Aprovecha el tiempo extra que vas a tener para ti y ponte manos a la obra para mejorar el aspecto más importante de tus entrenamientos: tu fortaleza mental. Tener un buen control mental para enfrentar los objetivos en alta competición es la clave que va a marcar la diferencia. Recuerda esta fórmula y tenla muy presente:

Éxito = Talento + Físico + Mental

O lo que es lo mismo: el éxito es la suma de talento, entrenamiento físico y entrenamiento mental. En este link encontrarás 8 consejos para multiplicar tu fortaleza mental.

6.- Conecta con tu gente

Recuerda: si quieres llegar rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado. Las relaciones personales positivas son clave en el desarrollo de tu carrera profesional deportiva. Tu familia, tus seres queridos, están ahí, apoyándote y compitiendo contigo durante todo el año. Para ellos, tus triunfos son los suyos. Su apoyo multiplica tus éxitos y es tu soporte emocional más importante. El verano es tiempo de reencuentro. Si puedes, aprovéchalo. Su calor y cariño son una potente ‘pila’ que te recarga de energía.

7.- Te mereces un pequeño descanso (y además, lo necesitas)

En la medida que tu calendario lo permita, concédete un respiro y desconecta (un poquito) de tu disciplina deportiva. Llevas toda la temporada dedicándote en cuerpo y alma a tu deporte, una pequeña desconexión te ayudará a relajarte, a reducir la fatiga y además te permitirá prepararte de forma óptima para afrontar la siguiente temporada dando un merecido descanso a las lesiones físicas que hayas adquirido durante la temporada. Puedes realizar una actividad física diferente a tu deporte habitual que te permita desconectar y divertirte un poco.