De ruta por Cantabria (II): Lunada, La Sía y Collado del Asón
A petición del lector Darío Arribas, dejamos una nueva ruta con varios puertos míticos de la región en una exigente, aunque sin pendientes extremas, y de enorme belleza
Hace varias semanas os propuse una ruta en bici por varias comarcas de Cantabria, especialmente la zona de Campoo y los valles de Saja y Besaya. Y resultó que un lector a través de Twitter me dio una sugerencia por otra zona de la región. En su momento le prometí que la subiría por aquí y ha llegado la hora de dar cumplimiento a esa promesa. Así que vamos al lío.
En este caso vamos a tocar la zona de los Valles Pasiegos y del Asón, y perdonadme que no pueda dar tanto detalle como en la anterior, porque sobre todo esa última parte la he tocado un poco menos. La salida, por recomendación de Darío, la vamos a hacer en Liérganes. Y prácticamente desde que empezamos a pedalear ya estamos subiendo, porque ahí en el pueblo de Liérganes comienza la ascensión a uno de los míticos puertos de Cantabria, frontera natural con la provincia de Burgos: el Portillo de Lunada.
Son prácticamente 32 kilómetros para arriba, aunque en realidad se pueden dividir en dos. La primera mitad es, realmente, un falso llano que va siempre picando para arriba durante unos 10 kilómetros. Luego se pone algo más serio –con alguna zona al 10% en Linto- y después hay un leve descenso hasta San Roque de Riomiera. Y, ahí sí, 16 kilómetros toditos para arriba entre el 5 y el 6% de pendiente, con un kilómetro al 8,1% de media y con piquitos del 11% que se hace poco ameno.
Desde Lunada, alcanzada la cima a más de 1.300 metros de altitud –suficiente para que haga bastante frío durante buena parte del año, sobre todo al bajar- se enfila descenso hasta Las Machorras donde empieza la segunda dificultad montañosa del día. El Portillo de La Sía, con siete kilómetros clavados a una media del 6% un tanto engañosa, porque justo en el centro hay un descansillo. Por lo que en el resto del puerto la pendiente es algo mayor, en buena lógica. La Sía también tiene una cara larga que, en este caso, vamos a bajar y también es conocidísima en Cantabria: el Collado de Asón. Son como 20 kilómetros de rápido descenso hasta llegar a la localidad de Arredondo.
Y desde ahí, con poco descanso, subimos la última dificultad del día: el Puerto de Alisas. Una dificultad montañosa que ha sido puerto de paso en muchas ocasiones en la Vuelta a España y donde últimamente no tanto, pero hace unas décadas sí se lió alguna que otra buena ‘pajarraca’. Alisas por esta vertiente cuenta con casi 9 kilómetros, sobre todo los siete primeros en torno al 6,5-7% y los dos últimos ya más llevaderos.
Una vez arriba, un poco de ‘vuelta a la calma’ para terminar en Liérganes desde La Cavada. Salen, según satélite, un total de 96 kilómetros y 2.300 metros aproximadamente de desnivel. Como digo, ahí he estado más de paso y no tengo tantas referencias de dónde se puede parar a hacer un repostaje, pero bueno. Conociendo Cantabria seguro que cualquier lugar es bueno para un ‘pit stop’.
Lo que sí tiene esta ruta es lo que tenía la de Campoo. Puertos con paisajes espectaculares, nieve desde otoño hasta entrada la primavera, carreteras sin demasiado tráfico rodado que permite pedalear bien y sin rampas muy exigentes. En realidad, es el perfil más propio de los puertos cántabros. La Sía, Lunada, Estacas de Trueba, Alto Campoo, Palombera, Piedrasluengas, San Glorio… Largos pero no extremos, con las excepciones, sobre todo, del Escudo y Peña Cabarga y otros no tan conocidos por el gran público como Collao Espina, el Salto de la Cabra en el Desfiladero de la Hermida o La Estranguada, desde Coterillo, más corto pero también exigente.
Queda pendiente la ruta alternativa a esta que también me propuso Mario y donde ahondaremos más aún en los Valles Pasiegos. ¡A disfrutar en la 'Tierruca'!