NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MENTALIDAD IMPARABLE

En busca del 'flow' perdido: cómo fluir mientras compites

¿Qué ocurre en su mente cuando el deportista está en estado de flow? Consejos para entrar en la zona de máxima concentración mental y física.

Como fluir mientras compites
Markus Spiske

«Sentí como si estuviera conduciendo en un túnel. Había alcanzado un nivel de concentración tan alto que era como si el automóvil y yo nos hubiéramos convertido en una misma cosa» Ayrton Senna, piloto de carreras de F1.

Imagina esta escena:

Estás escalando la escarpada pared de un acantilado. Te mueves rápido, con precisión y fluidez, absorto en la colocación de tus pies y tus manos. Sientes que una fuerza poderosa te impulsa a seguir ascendiendo. No existe el cansancio, ni el dolor. El tiempo va exactamente al ritmo que necesitas y tus sentidos están más despiertos que nunca. Tu mente procesa sin esfuerzo cada paso que tienes que dar. Te sientes vivo, poderoso y totalmente enfocado en tu tarea y tienes la certeza absoluta de que vas a llegar a la cima. Enhorabuena, estás en ‘la zona’.

Estar en estado de flow, o ‘entrar en la zona’, es entrar en ese estado en el que te estás entregando con absoluta presencia y atención a la tarea que estás realizando. Lo que sabemos del flow, es que cuando lo sientes, en realidad no sientes nada. No piensas nada.

El deportista, como ilustra la frase de Senna, está inmerso en ese momento de total conexión con todo lo que te rodea. Solo fluye con la tarea que estás realizando. El tenista se vuelve uno con la raqueta y la cancha, el nadador se siente parte de cada gota de agua de la piscina, el jugador de rugby es uno con sus compañeros en la melé y, si lo tuyo es la escalada, lo sabrás porque la montaña y tú os habéis convertido en una misma cosa.

Este fin de semana, el flow se ha dejado ver en muchos sitios. Desde París hasta en el AdventHealth Arena de Florida, donde un imponente Jimmy Butler ‘entró en la zona’ en el partido que enfrentó a los Miami Heat contra los siempre temibles Lakers. El jugador fluyó de forma colosal, sin perder foco, sin distracciones, llegando a ser la piedra angular de un equipo que jugó también en bloque. Sin fisuras, sin límites, sin miedos. Un partido que pasará a la historia de las finales de la NBA.

¿Qué ocurre en tu mente cuando estás en ‘la zona’?

El ‘flow’ no solo teoría. Es práctica. Y, además, ciencia. Cuando estás en estado de flow, la amígdala, que es la parte de tu cerebro responsable del miedo y el dolor, se inhibe. Eso hace que las sensaciones negativas se ralenticen e incluso desaparezcan. A nivel cognitivo, tu mente no funciona de forma racional, no piensa, solo actúa. Por eso tienes más recursos neuronales disponibles para dedicar a tu tarea en cuestión. Es tu instinto quien lleva las riendas para que tu cuerpo y tu mente se desempeñen sin distracciones, sin pensamientos de ningún tipo. Entregándote sin límites, fluyendo sin límites.

Entrar en la zona puede parecer algo mágico. Pero en realidad es algo que se consigue con un simple cambio de mentalidad y un poco de constancia. Conectar con tu estado de flow es algo que puedes entrenar. Cuando lo consigues, se produce una sensación muy placentera que estimula tu rendimiento, de forma que siempre quieres dar el máximo de ti. Es como un estado de trance, donde tu productividad y tu creatividad se disparan y tu concentración es total.

¿Cómo ‘fluir’ mientras compites?

Para entrar de lleno en la zona donde ocurre la ‘magia’, con absoluta presencia y atención en la tarea que estás realizando, necesitas los siguientes elementos:

Metas claras: y por «claras» no me refiero a que te centres solamente en perseguir una marca o conquistar un campeonato. No se trata solo de eso. Se trata de organizarte con intención y propósito y de establecer un paso a paso claro que haga posible conseguir lo que quieres. Se trata de diseñar un objetivo que te motive y además crear un plan de acción que te permita sacarle el máximo partido a tu esfuerzo y a tus capacidades.

Concentración: mantenemos el foco. ¿Sabías que la atención plena, la meditación y el yoga pueden mejorar la capacidad de una persona para fluir? Entre otros beneficios, todas estas prácticas sirven para entrenar y mejorar la capacidad de atención (si quieres saber más sobre la concentración como herramienta para la alta competición, entra aquí).

Retroalimentación directa e inmediata: en numerosas ocasiones, marcarse una meta al inicio de una actividad requiere ajustes por el camino por lo que aprender a prestar atención y a ajustar las metas en consecuencia, es clave.

Equilibrio entre el desafío de la tarea y la habilidad de quien la realiza: encontrar un equilibrio adecuado entre las destrezas y el desafío que tenemos entre manos es posiblemente el antecedente más crucial. Para experimentar el flujo se necesita encontrar un “desafío” que sea asequible pero que exija un esfuerzo. Si la meta o tarea es demasiado fácil o demasiado difícil, es imposible fluir.

En resumen, hablamos de un estado en el que la atención, la motivación y la situación convergen, dando como resultado una armonía productiva o retroalimentación.

Ahora qué sabes los cuatro elementos que se alinean (como los planetas), quiero terminar con dos consejos:

En primer lugar, cambia tu mentalidad y concéntrate de lleno en el momento presente. Trata de dar lo mejor de ti en cada momento, independientemente de las dificultades o de los problemas que puedan surgir mientras compites. No importa si acabas de fallar un saque, o si has perdido unas décimas de segundo en la línea de salida, si la meteorología va en tu contra o si tienes que enfrentarte con un eterno rival. Importa lo que tienes que hacer justo ahora, justo en este momento. Cuando sientas que estás centrando tu atención en factores que no puedes controlar, utiliza tu respiración para traerte de nuevo a tu momento presente.

En segundo lugar, cuando estés en competición, respira profundamente, recuérdate a ti mismo dónde estás y la oportunidad que tienes a tu alcance y disfruta, lo demás viene solo. Deja que tu pasión se apodere de ti sin sufrir, sin pensar, solo dejando que la magia fluya.

Hay una escena en el musical de Billy Elliot, donde se lo juega todo en la audición para ser admitido en la escuela de baile. El tribunal de admisión le pregunta qué es lo que siente al bailar. En la película la escena es muy corta, pero en el musical muestran muy bien a lo que me refiero. Al principio Billy no puede definirlo, no es capaz de poner en palabras ese sentimiento. ¿Sabes cómo consigue explicarlo? Bailando.