Iker Casillas y Sara Carbonero: la pareja que el fútbol unió
Tras el anuncio de su retirada repasamos los mejores momentos del portero y su esposa, protagonistas del beso que quedará para la historia.
Casillas y Carbonero cumplen 10 años juntos. Una década de amor, fútbol y cambios. El matrimonio más conocido del deporte español cierra una etapa vital en la que ha habido títulos, despedidas, viajes, risas y lágrimas.
Ahora que Iker cuelga los guantes queremos recordar las grandes fotos y momentos que nos han brindado, con la ilusión de que sigan cumpliendo sueños juntos y que nosotros lo veamos.
El beso
Empecemos por el principio. La relación entre Casillas y Sara Carbonero nació en Sudáfrica. No durante el Mundial sino un poco antes, durante la Copa de las Confederaciones.
Su noviazgo se hizo público ante millones de espectadores un 11 de julio, cuando el entonces portero de la Selección, en un espontáneo gesto, interrumpió a Sara estampándole un apasionado beso en los labios en plena entrevista tras ganar el Mundial de Sudáfrica 2010.
El momento televisivo batió todos los récords gracias a la resaca del partido: una audiencia media de 12.969.000 espectadores y el 77,2% de cuota de pantalla.
Desde icónico beso que dio la vuelta al mundo han pasado 10 años en los que la pareja ha cosechado una década de éxitos, no exenta de vicisitudes que han tenido que afrontar. Especialmente en la última etapa.
Influencer
La ‘chica de deportes de la Sexta’, ya rostro de los deportes en Tele 5, pasó a convertirse en blanco de los paparazzis y en un icono de estilo.
Protagonista de portadas en las mejores revistas de moda, las prendas de ropa que lucía la joven se agotaban en horas, imponiendo lo que hoy en día se conoce como influencer.
La Finca y Martín
El noviazgo entre Iker y Sara seguía viento en popa y cuatro años después desde que empezaran a salir la pareja decidió dar uno de sus primeros grandes pasos, la compra de una vivienda ubicada en La Finca, donde empezaron a asentar las bases de lo que sería su vida.
Un chalet de 750 metros cuadrados, más jardín, dividido en cuatro plantas, cinco dormitorios, seis cuartos de baño, dos salones, una gran cocina, un salón de juegos y un cuarto de servicio en el que la pareja disfrutó de los primeros meses de la vida de su primer hijo, Martín, que nació el 3 de enero de ese 2014.
Poco después, Iker comienza su etapa profesional más complicada, que terminó con su salida del club de sus amores, el Real Madrid, y su fichaje por el FC Oporto.
Oporto
La ciudad portuguesa le acogió con los brazos abiertos y su familia se fue con él. Sara pidió una excedencia temporal en su trabajo en los informativos Telecinco para mudarse también a la ciudad portuguesa, donde alejados de los focos vivieron su etapa más tranquila. Poco después de su llegada, anunciaban que estaban esperando su segundo hijo, Lucas, que vino al mundo un 2 de junio delo 2015.
El 20 de marzo de 2016, formalizaron su noviazgo con una discreta boda civil en el ayuntamiento de Boadilla del Monte. La ceremonia fue tan secreta que ni siquiera sus familiares y amigos más directos estuvieron presentes. Sólo dos testigos les acompañaron ese día, su hijo Martín y la hermana de Sara.
Pruebas de la vida
El primer día de mayo de 2019, Casillas se encontraba entrenando en las instalaciones del Oporto cuando sintió un repentino dolor en el pecho que le llevó a urgencias. Había sufrido un infarto agudo de miocardio.
Apenas 20 días después otra bomba sacudió a la familia.
“Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de 6 letras que todavía me cuesta escribir. Hace unos días en una revisión, los médicos me vieron un tumor maligno de ovario y ya he sido operada. Todo ha salido muy bien, afortunadamente lo hemos pillado a tiempo pero todavía me quedan unos meses de lucha mientras sigo el tratamiento correspondiente", escribió la toledana en su cuenta de Instagram.
Adiós
Iker Casillas ha comunicado oficialmente su retirada de los terrenos de juego con una emotiva carta en la que ha nombrado a las personas que le han ayudado a llegar a lo más alto.
Tras más de tres décadas de vinculación con el fútbol ‘El Santo’ dice adiós, y lo hace dando las gracias a su familia, clubes, a los presidentes, compañeros, entrenadores y seleccionadores, a rivales y aficionados y, por supuesto, a su mujer y a sus hijos.
Hasta siempre, Iker.