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CORAZÓN DE BALÓN

Carles Puyol y Vanesa Lorenzo: 8 años de amor

El exjugador del FC Barcelona y la modelo comenzaron su relación en 2012 gracias a un conocido en común. A día de hoy son padres dos niñas.

Carles Puyol y Vanessa Lorenzo
Instagram

Una cita a ciegas les unió y ya nada les separó. El exfutbolista y la modelo forman una de las parejas más estables y bonitas del mundo del fútbol.

Repasamos la historia de Puyol y Vanesa, cómo eran antes de conocerse y cuál es el secreto de su eterno amor.

Las novias de Puyol

En sus inicios como jugador del Futbol Club Barcelona, a Carles se le veía acompañado por una joven que iba con él a todos lados. Se trataba de su 'novia de toda la vida', una chica alta, rubia y de origen catalán.

Después de dejar esta relación el deportista vivió un sonado romance con Malena Costa. El 15 de septiembre del 2010 fue cuando se les 'cazó' por primera vez juntos, en un concierto de Alejandro Sanz en el Palau Sant Jordi. El exdefensa del Barça hizo pública su relación con la modelo mallorquina unos meses después, en la presentación del espectáculo 'Varekai' del Cirque du Soleil, también en Barcelona.

Al parecer, la ruptura con la actual mujer de Mario Suárez se produjo porque Carles mantuvo un affaire con la modelo Giselle Lacouture, nacida en Barranquilla y de 24 años, con la que mantuvo una relación de menos de un año.

Fue entonces, a finales del 2012, cuando Carles conoció a Vanesa, la que ha sido finalmente la mujer de su vida.

Vanesa Lorenzo, amor a primera vista

Vanesa Lorenzo, nacida en Barcelona en 1977, ha sido para muchos la Beckham española. Esta empresaria, de ojos azules y esbelta figura, ha sido la única española junto con Judith Mascó que llegó a protagonizar las páginas de la mítica revista ‘Sports Illustrated’. Ha sido imagen de marcas como ‘Pepe Jeans’, ‘Ralph Lauren’, ‘Escada’, ‘Giorgio Armani’ o, ‘Christian Dior’, entre otros. Además tiene su propia línea de moda.

La vida unió al futbolista y la modelo de la manera más curiosa, por medio de una cita a ciegas a los que ambos iban a regañadientes. Puyol había sido operado de la rodilla y no se sentía con ánimos de nada. Sin embargo su médico, el doctor Toni Tramullas, le convenció para cenar con Lorenzo, con la que también mantenía un amistad y que vivía en Nueva York desde hacía 15 años.

“Le dijo que no, que no tenía ganas de nada. Llegó a decirme el nombre de Vanesa, pero no sabía quién era. Pensé: ‘una modelo, buf’. Pero después de conocerla me quedé pillado”.

Ella tampoco lo tenia my claro (“¿yo con un futbolista? No me conoces lo suficiente”, le dijo a Toni). Pese a todo, tan solo un mes de conocerse, la pareja se fue a vivir juntos y hasta día de hoy.

8 años y dos hijas

Parece que Carles y Vanesa tengan la receta para mantener la llama del amor. Ambos llevan una vida bastante alejada del foco mediático. Él sigue vinculado al fútbol y ella continúa como modelo y empresaria. Además, es una defensora de la vida saludable y el bienestar. El yoga ha sido clave para diseñar su estilo de vida. De hecho, se ha convertido en toda una gurú del bienestar y la vida saludable, con su blog y su libro ‘Yoga, un estilo de vida’ (Planeta, 2016).

Juntos llevan una vida campestre y tranquila alejada de los focos mediáticos. Viven en el Ampurdán, comarca situada en la provincia de Gerona. Allí han creado su hogar y su refugio, donde crían gallinas y tienen un huerto. Son padres de Manuela y María, a las tratan de inculcar el amor por la naturaleza y los animales.

Siempre rompiendo estereotipos, la modelo eligió unas vacaciones en las Islas Galápagos (Ecuador) para supuestamente pedirle matrimonio a su novio. “He dicho que sí” comentaba el exdefensa central en sus redes sociales.

Nada se sabe de este enlace, de momento, si bien es cierto que ambos han admitido en varias ocasiones que pasar por la vicaría no es fundamental.  “Es bonito el compromiso que hemos adquirido entre nosotros y nuestra decisión de crear una familia sin necesidad de firmar nada”, señalaba Vanesa en entrevista a ABC.

Habituales en las alfombras rojas, juntos derrochan estilo y elegancia. Sin duda, son una pareja top  y ejemplo de equilibrio, con o sin boda.