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TOMÁS RONCERO

Ferrándiz, 91 años de leyenda viva

Pedro Ferrándiz y Tomás Roncero posan durante la Cátedra Pedro Ferrándiz en Alicante.
FITO GONZÁLEZDIARIO AS

La leyenda cumple hoy, 20 de noviembre, 91 años. Hablo de Pedro Ferrándiz, un maestro de maestros, un adelantado a su tiempo, el genio por el que muchos chavales nos interesamos por el baloncesto y en concreto por esa sección de baloncesto que dirigió con astucia y talento durante los años 60 y 70. Y éxitos, muchos éxitos. Hablar de Ferrándiz es hablar de una persona diferente, hecha a sí misma. Su baja estatura hizo creer a algunos que eso le impediría imponerse en un mundo donde los gigantes son los que tienen la última palabra. Pero con Pedro eso nunca funcionó. En su Madrid, el de Raimundo Saporta y Santiago Bernabéu, su palabra era Ley. Los Emiliano, Lolo Sáinz, Sevillano o Clifforfd Luyk le creyeron a pies juntillas y así es como llegaron las dos primeras Copas de Europa consecutivas, con el Sparta Brno y el CSKA de Moscú como víctimas ilustres. En 1967 y 1968 aumentó su leyenda con dos Copas de Europa más, forjadas ya con la llegada de nuevos talentos que iban a marcar la historia del club como Wayne Brabender, sin olvidar la calidad anotadora de Aiken.

A todo eso añadan 12 Ligas y 11 Copas de España. Ferrándiz tiene aura, carisma, es diferente y, además, un apasionado por todo lo que hace. Muchos creen que su gran orgullo es formar parte del Hall of Fame, que un pabellón en su amada Alicante lleve su nombre, su mítica ‘Autocanasta’, que tenga el Collar de la Orden Olímpica del COI o la Gran Cruz del Mérito Deportivo de España. No. El verdadero orgullo que a Ferrándiz le llegó al alma es haber sido elegido como Socio de Honor del Real Madrid. Un club selecto para los madridistas de verdad (Del Bosque, Rafa Nadal o Fernando Alonso están en el mismo), los que han engrandecido y dado brillo a este escudo sagrado. Ferrándiz tiene 91 años y ha dejado huella. En vida. Otro lujo sólo al alcance de los elegidos. Y él, lo es. Con Mayúsculas.