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Susurros del campo

La media veda o veda llena

En menos de un mes los apasionados de la caza de la torcaz, darán comienzo al espectáculo de la media veda. Cazar torcaces y tórtolas desde puesto fijo no es tarea fácil, son muchos días de trabajo en el campo, preparándolo todo con mimo, pero, sobre todo, disfrutando.

La media veda o veda llena

En menos de un mes los apasionados de la caza de la torcaz, darán comienzo al espectáculo de la media veda. Cazar torcaces y tórtolas desde puesto fijo no es tarea fácil, son muchos días de trabajo en el campo, preparándolo todo con mimo, pero, sobre todo, disfrutando.

Unas fechas en las que estas especies migratorias todavía estarán por nuestro país en su camino hacia sus destinos de invernada. Aunque cada día, son más las torcaces que se quedan a vivir en nuestro país.

Se trata de una modalidad apasionante y que sin duda pone a prueba nuestras habilidades como tiradores, pues estos tiros son considerados por muchos como los más arduos de la caza menor.

Por ello dos cualidades se antojan fundamentales para alcanzar el éxito en este tipo de lances. Por un lado, la pericia con la escopeta para conseguir frenar el ágil vuelo de estas aves, que además poseen una excelente capacidad visual y, por otro lado, necesitará tener la suficiente paciencia para permanecer oculto en el puesto hasta el momento oportuno en el que las tórtolas y torcaces estén a tiro.

La caza de la paloma torcaz en media veda requiere en primer lugar, un gran conocimiento del territorio, pues nos encontramos ante un animal de costumbres muy fijas, y que elige únicamente zonas con unas características concretas.

Dentro de los factores que dependen exclusivamente del cazador el más importante es el conocimiento del cazadero. Por ello conviene hacer un examen previo del terreno de caza y elegir bien los pasos naturales.

Tórtola
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Tórtola

Los cotos para la media veda generalmente suelen ser puros de codorniz o palomas en exclusiva o mixtos. En función de esta especialidad hay que comprobar previamente las querencias de las especies a cazar.

En los cotos palomeros hay que observar los movimientos de torcaces y tórtolas al alba y a última hora de la tarde. Las palomas se mueven al alba desde el dormidero y, en la tarde, desde la zona de sesteo hacia los comederos: girasol, legumbres y cereales.

Dependiendo de que la caza de palomas se haga desde puesto fijo o al salto (aunque el último no es el más habitual), el cazador preparará su estrategia atendiendo a lo observado en esas visitas previas, que debe realizar en horario coincidente con el que después será de caza.

Recorriendo los caminos rurales, el cazador deberá concentrar su atención en los tendidos eléctricos, sobre todo tras el crepúsculo y por la mañana, ya que las torcaces se sirven mucho de este posadero artificial. Después de este primer examen, somero pero indicativo, se deberá proceder a una observación más detallada, cuya finalidad es determinar las principales zonas de paso de las aves.

En la caza de la torcaz y de la tórtola, lo ideal es concentrarse en los horarios fijos que estas aves siguen con total puntualidad. Son dos los momentos en los que el animal sale para ir a comer, casi siempre en los mismos campos cultivados: el alba y el crepúsculo.

También es regular el horario de acceso al agua para abrevarse, y el regreso entre los árboles en las horas más cálidas. Algo que les encanta a estas aves es "chinear", esto es comen piedras para triturar los cereales (dicho por las voces populares).

Puesto
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Puesto

Lógicamente, la práctica cinegética se debe adaptar a estos horarios, entre otras cosas porque las posibilidades de tirar a una tórtola encontrada casualmente son muy bajas. Por lo tanto, es preciso trasladarse a los puntos en los que se presume la llegada o el paso del animal.

En el caso de la paloma torcaz, cuando la densidad es muy grande, aunque nuestra técnica de tiro no sea del todo correcta es fácil hacer buenas perchas, pero cuando cazamos en lugares en los que estas aves escasean es necesario aumentar nuestra destreza como tiradores si queremos tener cierto éxito.

Su especial forma de volar le confiere una gran dificultad para el tiro, por lo que un acierto se convierte siempre en un logro a celebrar por cualquier cazador.

El pequeño tamaño, así como las innumerables cabriolas que este animal realiza en el aire con su vuelo, hace que el cazador deba estar extremadamente atento y con conocimientos técnicos de cómo se debe disparar a estas bellas aves, si quiere obtener unos buenos resultados durante sus jornadas de caza.

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Efectivamente, a pesar de su tamaño y de que pueda parecernos, hasta cierto punto, un poco lenta, su tiro es muy complicado y es normal que incluso un magnífico tirador "gaste" más de un tiro por pieza. Algo que sin duda nos hará valorar mucho más cada torcaz que logremos abatir.

El error más habitual es el de la precipitación, efectivamente, muchos cazadores fallan al ser incapaces de encarar bien y adelantar la escopeta lo justo.

A esto se suma el hecho de que, debido principalmente a su desconfianza, la torcaz suele volar a mucha altura, por lo que el cazador deberá hacer un blanco rápido en el vuelo. Además, debemos destacar la sorprendente resistencia al impacto de los perdigones que presenta esta ave.

Por eso, para tirar bien a la torcaz, resulta prioritario que aprendamos a valorar las distancias. Para muchos cazadores el truco se encuentra en ver el collar del cuello de la pieza: es en ese momento justo cuando hay que realizar el disparo.

El factor clave aquí es la anticipación. Es decir, es necesario disparar a un punto situado en el lugar en que se encontrará el ave cuando llegue el plomeo de los perdigones. Esto que seguramente ya habrá oído en más de una ocasión es fácil de decir, pero es bastante difícil de poner en práctica.

Las tórtolas cuentan con un vuelo muy ágil y veloz, con movimientos bastante rápidos de las alas con los que se sitúan fuera del tiro en un instante.

En el momento en el que las tórtolas llegan a nuestro puesto es muy importante que no nos precipitemos, pero tampoco debemos "dormirnos" ya que el mejor momento debe coincidir con el momento en que las aves ralentizan y frenan su vuelo.

La torcaz y la tórtola son dos manjares que, después de nuestras jornadas de caza, damos buena cuenta de ellas en nuestras mesas.

- Pechuga de paloma torcaz en salmis con setas

- Receta de tórtolas con arroz rojo

 

Háganme el favor de disfrutar y de recoger las vainas del puesto 😉

¡Salud y buena caza!