Nuestro perro de caza en verano
«Para que un perro cace, se le tienen que ver bien las costillas» era un dicho muy popular entre los cazadores de mi pueblo que, en la actualidad, por suerte, sabemos que es mejor no hacer caso.
«Para que un perro cace, se le tienen que ver bien las costillas» era un dicho muy popular entre los cazadores de mi pueblo que, en la actualidad, por suerte, sabemos que es mejor no hacer caso.
Si queremos que nuestro perro sea un excelente perro de caza y que, por encima de eso esté sano, lo más recomendable es que ni esté gordo durante la veda ni delgado durante la caza.
Equilibrar las raciones y el tipo de pienso acorde a sus necesidades, tamaño y peso, es la clave. No es lo mismo un perro cazando en pleno invierno, con temperaturas que ni el grajo asoma el pico, que en tiempo de veda.
Por supuesto, el buen criterio del amo junto con lo anterior, son clave para mantener bien a nuestro perro todo el año.
Las altas temperaturas de los meses estivales contribuyen un alto peligro para nuestros canes. Dejar a nuestros perros en un espacio pequeño sin ventilación (como el coche), durante un tiempo prolongado o el ejercicio extremo bajo el sol, puede producir un golpe de calor. El calor puede matar, y de hecho mata.
Este problema se manifiesta con un rápido y entrecortado jadeo, respiración muy rápida, babeo abundante y síntomas de acaloramiento. Si estos síntomas persisten durante cierto tiempo, es cuando se produce daño por muerte celular en diferentes órganos.
Ante un golpe de calor, lo más importante e inmediato es bajar la temperatura del perro, poniéndolo a la sombra, o, mejor, sumergiéndolo en agua (no en agua muy fría ni con hielos), hasta que la temperatura vaya bajando. Y por supuesto, hay que asistir de inmediato a un veterinario.
Nuestros perros de caza son deportistas de élite, y como tal rinden al máximo durante los días de trabajo. Esto siempre produce un agotamiento, pero si tienen una buena forma física y les cuidamos y alimentamos adecuadamente, enseguida se recuperarán y en unos días lo tendremos listo de nuevo.
Pero estos periodos de actividad-descanso-actividad también terminan agotando a los atletas, que necesitan periodos más largos de reposo. Para esto sirven las vedas, para conseguir una recuperación más exhaustiva de los perros.
Pero es aconsejable que, entre estos periodos de máxima y mínima actividad, ni el tono muscular ni el peso del perro varíen mucho. El término 'desentrenamiento' se utiliza para describir lo que se debe hacer para mantener en un mínimo de condiciones físicas de deporte a nuestros perros durante el largo reposo de la veda.
Hay que saber, además, que un buen entrenamiento se pierde en 4-8 semanas; por ello es prudente tener un plan de ejercicios o desentrenamiento durante la temporada de veda.
Basta con sacar al perro un par de veces por semana, para que corra o haga ejercicio durante 30-60 minutos. Esto le va a permitir tener una óptima base de ejercicio, fondo y tono muscular, y será mucho más fácil ponerlo en plena forma cuando comience la temporada. Y si además, lo compartimos con los más pequeños de la familia, ya se convierte un privilegio.
No nos olvidemos tampoco que el verano es la época más adecuada para vacunar a los perros.
Muy importante también la desparasitación; internamente se debe hacer varias veces al año, una antes de la vacunación.
La abundancia, debida al calor, de pulgas, garrapatas y mosquitos, que son transmisores de enfermedades, hace aconsejable que, además, se realice una desparasitación externa.
Es momento de disfrutar de nuestro tiempo libre, y por supuesto, de nuestros perros de caza.
¡Buen fin de semana!