“¡No se puede defender nada desde el odio!”
Antes de emitirse el primer capítulo de la serie que Frank Cuesta grabó del mundo de la caza como protagonista, los animalistas cargaron de odio toda su artillería contra él.
Antes de emitirse el primer capítulo de la serie que Frank Cuesta grabó en nuestro país del mundo de la caza como protagonista, los animalistas cargaron de odio toda su artillería contra él, convirtiéndole en su flanco.
En este caso no solo se trata de personas anónimas los que han atacado a Cuesta, sino también tomaron protagonismo de forma deleznable Luis Miguel Domínguez, de Bobo Marley (perdón, Lobo Marley), y otros de PACMA.
Toda una cascada de insultos, difamaciones, mentiras, vejaciones, e incluso de deseos de muerte hacia el extenista, han ido adornando de forma pública, sus cuentas de redes sociales.
Es cierto, como casi todo el mundo sabe, que la relación entre Frank Cuesta y los animalistas más radicales, no es como una balsa de aceite, pero ¿Hasta donde tiene que soportar? ¿Hasta el punto de que, a consecuencia de tanto odio, publicará en sus perfiles que no grabaría nunca más en España? Señores, por favor ¡Ya está bien!
Estos son algunos de los comentarios más deleznables que se han podido leer: "Mientras tú disfrutabas matando animales, la madre de tus hijos se la estaba chupando a dos policías en la cárcel. Las mamadas también son necesarias". "Ojalá tú y tus hijos tengáis una muerte tan dolorosa como esos zorros y esas perdices traidor, #NoAlaCaza #Pacmaya".
El colectivo de cazadores se ha volcado en las redes apoyando a Frank, desde que el animalismo la emprendió contra él sin tregua.
Aunque la relación entre Cuesta y los cazadores era de entente cordiale, ha demostrado que para poder hablar acerca de algo, hay que saber lo que se dice (y como se dice).
Ha demostrado respeto y sentido común. Y, aunque no le guste la caza, ni los toros, ha reconocido públicamente que para él, la caza es necesaria e incluso compartiera en sus redes, el prólogo de la Enciclopedia de la caza, de Félix Rodríguez de la Fuente.
Aún queda el tercer capítulo que DMAX emitirá de Wild Frank: caza. Y yo animo a todos los ecoterroristas a que no lo vean, por favor, no lo veáis.
Si no escucháis, no veis más allá de los ombligos de vuestros pobres perros, no tenéis la capacidad de entender que la caza es una gestión necesaria para la conservación, porque donde comen 100 no comen 200 ¡Qué no! y la superpoblación causa desnutrición y, por ende, enfermedades a nuestra fauna. Accidentes de tráfico ¿Sigo? Es que no puede explicarlo más claro y a mí, no me gusta chillar ¡TONTOS!
"Lo he dicho, lo digo y lo diré siempre... ¡No se puede defender nada desde el odio!".