La nueva e-bike Lobito MT1, mucha calidad a su justo precio
Probamos el modelo estrella de una nueva marca española de e-bikes que ofrece productos más que convincentes
Para los que ya tenemos cierta edad, Lobito es el nombre de un legendario modelo de Bultaco. Hoy sirve para bautizar el proyecto impulsado por Daniel Oliver Bultó, nieto del fundador de la extinta empresa catalana de motocicletas, que recupera la denominación para una serie de productos relacionados con el estilo de vida: desde el surf a las experiencias en la nieve, pasando por ropa y bicicletas eléctricas. Entre estas últimas figuran dos modelos plegables destinados a la movilidad urbana y otro par de ellos al ciclismo de montaña, siendo la MT1 el superior de la gama que hemos tenido la oportunidad de probar durante algunos días.
Las siglas MT1 hacen referencia a otra moto inolvidable de Bultaco, la Metralla. Esta bicicleta, bajo la supervisión de Lobito, la produce Accell Group, un gigante industrial holandés propietario de marcas del sector tan prestigiosas como Haibike, Lapierre, Raleigh o Ghost. Toda una garantía en este sentido y que se ve acompañada por la elección de componentes de primera calidad, que justifica un precio de 4.838 euros. La compra de la bicicleta se realiza exclusivamente a través de la web de Lobito, en un intento de ajustar al máximo los precios de distribución.
El chasis es de doble suspensión y con un enfoque muy polivalente, satisfactorio tanto para los amantes del all mountain pero también con cualidades para convencer a los que prefieren el enduro. Está disponible en tres tallas (S, M y L) y lo cierto es que sus dimensiones son tirando a generosas: suelo utilizar una M (17 pulgadas) y la Lobito en este tamaño me quedaba un pelín grande, sobre todo en cuanto a altura del tubo superior. Precisamente por este motivo se trata de una pedelec con mucha consistencia y que acoge al ciclista con comodidad.
El conjunto pesa casi 22 kilos y los componentes elegidos por Lobito proceden todos de marcas de primer nivel: suspensiones Fox en ambos ejes, frenos Magura, transmisión Shimano, asiento Selle Royale personalizado, unas espectaculares llantas Cranck Brothers de 27,5 pulgadas…. Un montaje muy convincente en mi opinión para su rango de precio y, sobre todo, con un funcionamiento que permite disfrutar a tope del potencial de esta bicicleta eléctrica de montaña prácticamente en cualquier terreno.
El motor es un Bosch con los habituales 250W de rendimiento nominal marcado por la legislación, con una batería de 500Wh bien integrada en el tubo diagonal (no tanto así el motor). Poco que decir que no se sepa ya del fabricante de propulsores eléctricos, con cuatro niveles de asistencia (Eco, Tour, Sport y Turbo), control de funciones mediante una pantalla digital ubicada sobre la potencia y una entrega de par bastante contundente en todo momento.
Además, Lobito ofrece como opción un deslimitador mecánico de velocidad (100 euros), que una vez instalado, siempre bajo la responsabilidad del usuario y para su utilización fuera de la vía pública, permite a la MT1 superar con mucho la asistencia hasta 25 km/h que señala la legislación vigente para las e-bikes.
Toma de contacto
Como siempre os recuerdo, vaya por delante que mis percepciones sobre la Lobito MT1 son las de un aficionado sin demasiadas referencias respecto a otras e-bikes de características similares. Si habláramos de probar coches la cosa sería diferente para mí, pero en el caso de las bicis tan sólo pretendo ofreceros unas impresiones que serían similares a las que cualquiera de vosotros podríais sacar pasando unas horas a su manillar.
Se trata, por tanto, de una pedelec con un planteamiento diferente al de la Specialized Turbo Levo que utilizo habitualmente, con características que me han gustado más y otras que me han convencido menos. No pretendo realizar una comparativa entre dos modelos con tantas disparidades, sólo poner sobre el tapete la subjetividad de mis opiniones, empezando por lo referente a una geometría bastante bajadora sin que por ello rodar a buen ritmo por caminos o pistas se convierta en un inconveniente.
La Lobito MT1 es una bici muy cómoda de posición, con unas excelentes suspensiones (me ha gustado especialmente la horquilla Fox 36 con 160mm de recorrido optimizada para e-bikes) y una frenada que tampoco defrauda en ninguna circunstancia, ni por capacidad ni por resistencia al agotamiento (al menos en una utilización media). Como detalle, destacar que cuenta con un sistema ABS para el disco Magura delantero, que permite ajustar el hidráulico con el fin de regular la potencia a la que se produce el bloqueo. Debo confesar que lo probé con poca confianza, necesitaría de más tiempo para adaptarme y descubrir la capacidad real de un dispositivo inédito para mí.
El motor Bosch es brioso de reacciones, ya desde el modo Eco muestra un carácter que va a más en los siguientes hasta llegar a un Turbo que recuerda que la Lobito toma su nombre de una moto… Resulta mucho menos silencioso que el Brose (no se trata de una versión muy moderna del proveedor alemán), con un suave silbido permanente que va a más dependiendo de la cadencia de pedaleo; además, en ocasiones muestra pequeños tirones en la entrega de potencia a los que no estoy habituado.
La unidad de pruebas disponía de la deslimitación de velocidad opcional a petición del cliente, toda una experiencia rodar con asistencia a ritmos tan altos y sin apenas esfuerzo. Sin embargo, personalmente no me parece una buena solución por un motivo que va más allá de lo legal: no creo que a la práctica y percepción del ciclismo eléctrico le beneficie encontrarse por los caminos a ciclistas circulando a semejante trapo...
La MT1 me ha parecido una propuesta muy equilibrada y polivalente. Diría que una bici para casi todo, desde afrontar una larga excursión de domingo (no tengo referencias válidas sobre la autonomía de la batería, me harían falta más salidas para obtenerlas aunque me pareció suficiente y en la media de las bicis de su estilo) a marcarse unos descensos a buen ritmo con los amigos, si tú te atreves creo que bici no te va a defraudar. Sólo hay que fijarse en las imágenes que acompañan estas líneas y con las que la marca ha querido demostrar la capacidad de su bici.
Si además eres bultaquista y su nombre te evoca una marca inolvidable para muchos (que nada tiene que ver, por cierto, con el proyecto empresarial de las Bultaco Brinco y Albero, cuya viabilidad financiera se encuentra ahora en el alero), creo que la Lobito puede ser una opción a tener en cuenta en un mercado cada día más concurrido y diversificado.