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PLANETA E-BIKE

A José Antonio Hermida también le encantan las e-bikes

El campeón mundial y medallista olímpico de mountain bike apuesta sin dudar por el desarrollo de esta nueva modalidad del ciclismo.

A José Antonio Hermida también le encantan las e-bikes

No tiene uno todos los días la oportunidad de pasar una mañana de bicicleta junto a un campeón del mundo de mountain bike (2010), ganador de seis pruebas de la Copa del Mundo y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (por citar los hitos más destacables de su extenso palmarés deportivo). Así que supuso un auténtico privilegio hacerlo gracias a la convocatoria de Ford España, que como patrocinador de ‘La Imperial’ en San Lorenzo del Escorial (Madrid) preparó un recorrido para un grupo de periodistas a los que se sumó nada menos que José Antonio Hermida.

Ford mantiene una apuesta firme por el deporte en general y por el ciclismo en particular, así que su presencia en este tipo de eventos siempre supone un apoyo determinante para sus organizadores, además de facilitarles vehículos de asistencia tan capaces en todo tipo de terrenos como el nuevo Ranger. Su propuesta pasaba por realizar un recorrido de unos 40 kilómetros por algunos de los más bellos parajes alrededor de El Escorial y con un líder de grupo tan especial como Hermida. El pelotón estaba formado tanto por bicis musculares como por e-bikes.

Y el embajador de Merida no dudo ni un instante en elegir una versión electrificada de la que ha sido la marca de sus grandes éxitos deportivos, lo que propició que pudiéramos conversar durante unos minutos con Hermida sobre este nuevo fenómeno del ciclismo de montaña. Mientras pedaleábamos y después de hacerlo, conocer sus opiniones sobre las e-bikes resultó realmente interesante… además de descubrir que al margen de un gran campeón es también un gran tipo.

Hermida tiene muy claras todas las ventajas de las pedelec: “Está claro que las e-bikes permiten practicar el ciclismo a personas que de otro modo lo tendrían más complicado. Hay que entender que no son motos, que hay que pedalear y que se hace un ejercicio muy saludable. Además, creo que ofrecen una vertiente de socialización del deporte muy importante. Yo antes tenía un grupo de amigos muy máquinas y otros menos en forma, los más aficionados a las barbacoas… Y tenía que elegir entre salir con unos u otros, pero ahora con las eléctricas lo hacemos juntos, todos podemos llevar un ritmo similar”.

Pero, ¿tiene sentido para un ciclista profesional utilizar una eléctrica? El catalán tampoco duda al respecto: “Por supuesto que sí, yo las uso muchísimo. A menudo me entreno por la mañana con mi bici habitual y luego, por la tarde, salgo con la e-bike para divertirme, explorar nuevas zonas o simplemente subir fácilmente para después hacer un descenso guapo. Las pedelec son muy divertidas para todos, te permiten hacer cosas que quizá de otro modo no sería posible y no sólo para quienes están en peor forma física”.

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De hecho, el medallista olímpico se ha convertido en un especialista de las e-bike, colabora con Merida en la difusión de esta tecnología y sus ventajas, participando en eventos y ofreciendo todo tipo de explicaciones sobre la nueva modalidad ciclista. Por eso resulta especialmente valiosa su opinión respecto a la evolución que puede experimentar el sector: “Está claro que las e-bikes están en constante evolución y nos queda mucho por ver, cada vez habrá modelos más atractivos en todos los sentidos. En mi opinión, pienso que una tendencia que veremos es la de motores con una entrega de potencia más suave, con menos par, pero que prioricen la autonomía. Por lo general, lo que le preocupa al usuario medio de este tipo de bicis es disfrutar de ellas el mayor tiempo posible, alargar sus excursiones, y no tanto el rendimiento puro, las aceleraciones fulgurantes. Se producirá un ajuste en este sentido y Merida, en colaboración con Shimano como proveedor de motores, ya está trabajando en ello”.

Y es que para Hermida la faceta lúdica y social de las e-bike tiene un protagonismo indiscutible en su expansión: “Viajar, hacer turismo, conocer nuevos lugares, hacer amigos y disfrutar del entorno natural es mucho más accesible con las pedelec. Su potencial es enorme para este tipo de actividades y cada día hay una oferta más interesante de empresas, que los aficionados se atreven a aceptar con menos inquietudes que con una bicicleta convencional. Hace unas semanas participé como invitado en un evento en los Alpes, junto a un centenar de ciclistas, y fue una forma maravillosa de recorrer esos lugares de ensueño, que quizá para muchos se presentaban antes como una utopía”.

Otra cosa diferente es la competición. Para un gran campeón como el Puigcerda, las carreras clásicas de cross country no se ajustan a las particularidades de las e-bikes. Y explica las razones: “Personalmente no le veo mucho sentido a una competición clásica de XC, que buscan el rendimiento máximo del ciclista dando vueltas a un circuito durante un par de horas. Además, es evidente que en este caso entraría en juego la influencia de los motores en los resultados, el diferente rendimiento de uno u otro, con la ventaja mecánica que pudiera aportar dejando en un segundo plano la capacidad física del ciclista. La verdad es que esto no lo tengo nada claro y habrá que ver cómo lo resuelven las federaciones”.

Sin embargo, Hermida no cree que no se deban plantear otro tipo de desafíos para las e-bikes: “Sí que puede haber otro tipo de pruebas para las pedelec, más adecuadas para su faceta social o de turismo y combinadas con ciertos retos. Algo así como un rally de coches o una prueba de enduro en motos, recorrer parajes especiales con un grupo de amigos, llegando a puntos de control para luego darlo todo en tramos cronometrados, que establezcan una clasificación. Una mezcla de diversión, aventura y superación que vaya más allá del rendimiento puro de una competición al uso”.